Y después de casi cinco horas de espera, la Conmebol informó que la Final de Vuelta de la Copa Libertadores siempre no se disputaría este sábado, sino el domingo, porque los jugadores de Boca no estaban en condiciones tras las agresiones de aficionados de River al autobús de los bosqueros.

Tras comunicarse que no se jugaría, los más de 60 mil seguidores de los millonarios abuchearon la decisión y comenzaron a desalojar el inmueble después de las 16:15 horas, cuando se suponía que al fin iniciaría el partido.

Directivos de Boca y River ya estaban dando declaraciones ante las televisoras para explicar cómo se había tomado la decisión cuando el presidente de River, Rodolfo D’Onofrio se llevó el susto de su vida.

El directivo contestaba preguntas para Fox Sports cuando recibió la orden de “¡guarda, guarda!”, para ingresar al vestidor de River, pues aficionados de River ingresaron a la zona de los vestidores, por lo que abandonó la entrevista y pasó a aventar los audífonos.

Chicos menores de edad, aparentemente jugadores de categorías inferiores de River, también ingresaron al vestidor como pudieron.

Sin embargo, todo quedó en un susto, pues no hubo desmanes. De acuerdo con información de Fox, los aficionados estaba reingresando al estadio porque se complicaba la salida a las calles aledañas, pero por si las dudas la seguridad del estadio convirtió el vestidor de Boca en un bunker.

¿Por qué cambiaron el horario dos veces?

De acuerdo con algunas versiones, ya se había tomado a temprana hora la decisión de no jugar el partido, pero se comunicó primero que el juego comenzaría a las 15:00 y después a las 16:15 para bajar los ánimos de la afición y se puedan reforzar las medidas de seguridad antes de cancelar el evento.

Esto forma parte de los protocolos de seguridad en eventos masivos.

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Sergio Ramírez es periodista egresado de la Escuela de Periodismo Carlos Septién García, con más de 10 años de experiencia en medios de comunicación. Ha trabajado en Diario Estadio, La Razón de...

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