Esta es la historia de dos argentinos que viajaron a Rusia y no pudieron ver el partido contra Croacia porque se perdieron en la inmensidad del país sede del Mundial, pero el presidente ruso, Vladimir Putin les hizo paro, los rescató y hasta les facilitó accesos al siguiente juego de la albiceleste.
Rusia tiene una extensión territorial de más de 17 millones de metros cuadrados, casi nueve veces más grande que México y es el país más grande del mundo, por lo que de alguna manera es comprensible perderse y la cosa se complica tratándose de una nación con un idioma complejo.
Así que no podemos culpar a estos dos hombres argentinos que decidieron aventurarse en el país del Mundial para seguir los pasos de la albiceleste y asistir al partido contra Croacia, en la ciudad de Nizhny Novgorod.
Sin embargo, los sudamericanos, por alguna razón, terminaron a 800 kilómetros del estadio y por obvias razones se perdieron el partido. La buena noticia aquí es que no sufrieron en carne viva la desastrosa actuación de su Selección, que cayó 3-0.
Para su fortuna, el presidente Vladimir Putin supo de estos argentinos y facilitó el “rescate” de los visitantes, quienes en San Petersburgo pudieron accesar al estadio para el juego contra Nigeria, de acuerdo con el portavoz Dmitry Peskov.
El gobierno ruso tiene como objetivo lanzar una buena imagen hacia el mundo durante el Mundial ayudando a los aficionados que se han perdido en Rusia a llegar a sus destinos, incluso ha facilitado a visas los visitantes, como es el caso de 100 nigerianos, quienes se quedaron “atrapados” un par de días en la ciudad de Kaliningrado.
Asimismo ha colaborado con otros países, como Marruecos, para la repatriación de casi 700 aficionados, que una vez ingresado a Rusia intentaron escapar a territorio europeo de forma ilegal entre Finlandia, Letonia y Polonia.