Un total de 695 aficionados marroquís viajaron al Mundial con dos propósitos: ver a la Selección de su país (que se despidió dignamente con un trepidante empate frente a España) y después huir a territorio europeo para no regresar a Marruecos.
El primer objetivo le salió bien a sólo 70 de estos aficionados, pero en el segundo fracasaron los 695, pues fueron detenidos y ya se negocia su repatriación.
Según registros oficiales, más de 40 mil seguidores de Marruecos viajaron a Rusia para seguir a su Selección que regresó a un Mundial después de 20 años, pero cientos buscaron adentrarse en el territorio europeo de manera ilegal en tres países: Finlandia (colinda con Rusia), Lituania y Polonia.
Del total de estos aficionados detenidos, 600 se encuentran en Lituania. Ahí, la policía los detuvo durante su viaje en tren de Moscú a la ciudad de Kaliningrado, donde Marruecos jugó contra España. En ese viaje cruzaron de manera ilegal el territorio de Lituania sin poseer visa y se encuentran en un campo de migrantes clandestinos.
El gobierno de Marruecos y el de Lituania ya llegaron a un acuerdo para deportarlos a su país de origen.
Otros 25 aficionados marroquís quisieron cruzar a pie la frontera entre Rusia y Finlandia durante la semana pasada. El plan era pasar de la ciudad de Viborg (Rusia) a Imatra, en Finlandia, donde fueron detenidos.
Otros 70 seguidores quisieron viajar desde Kaliningrado a Polonia, después del partido contra España, pero fueron detenidos en Rusia.
La Selección de Marruecos compitió en el Grupo B. Perdió sus primeros dos partidos, contra Irán y Portugal, pero en su tercer encuentro pusieron en jaque a España, con el que finalmente empató 2-2 y terminó su participación en el Mundial con un punto.