Steven Gerrard, un ícono en la historia del Liverpool, dijo un día si el equipo jugara en la luna, sus aficionados se las ingeniarían para viajar para apoyar al equipo y tal vez sea cierto.
Algunos aficionados tuvieron que agotar los ahorros o endeudarse para comprar sus boletos para la Final de la Champions League contra Tottenham, además de pagar cerca de 800 libras esterlinas (casi 20 mil pesos) por el boleto de avión a Madrid, sede del anhelado partido para los Reds.
Sin embargo no todos pudieron pagar tanto y optaron por otras vías, como Simon Wilson, quien arribó a Madrid después de dos días de viaje en un auto que adquirió en 40 libras, es decir, 990 pesos mexicanos.
El auto lo consiguió gracias a un anuncio publicado en Facebook, el cual decía: “Funciona, cómpralo y después te preocupas de sus fallas”. El auto es un modelo Favorit GLX de la empresa checa Skoda.
Después de hacerle unas ligeras mejoras, comenzó el viaje junto con su hermano Ben y un aficionado del Tottenham. Los tres partieron con un día de retraso respecto a los planes originales, ya que perdieron el ferry que los transportaría a Calais, Francia.
Como el auto no es precisamente un último modelo, éste se averió, lo que provocó el retrasó en el camino rumbo a Madrid. “No hay manera en que no podamos estar ahí”, se aferró Wilson, quien es youtuber.
Tras un largo viaje, los aficionados británicos arribaron a Madrid un día antes de la Final y conduciendo por el lado derecho. Después del partido, el regreso será una pesadilla para aquel que vea a su equipo perder.