Aaron Judge, jugador de los New York Yankees, empató el récord de 61 jonrones en una misma temporada que poseía en solitario Roger Maris en la Liga Americana. El jonrón de Judge ayudó a que el equipo de la Gran Manzana ganara 8-3 en su visita a los Toronto Blue Jays, aunque el protagonista de esta historia es un aficionado, de nombre Frankie Lasagna.
Lasagna será recordado como el hombre que estuvo a nada de atrapar la bola histórica que bateó Judge y que de hecho alcanzó a tocar con su guante, pero al final, se le escapó. Frankie tiene 37 años de edad, es propietario de un restaurante en Toronto y es aficionado de los Blue Jays.
El aficionado se quedó a milímetros de obtener la bola, por lo cual al ver que ésta rebotaba en el muro y caía al bullpen de los Jays, volvió a su lugar, no sin antes aventar el guante a uno de sus amigos, después lanzó su gorra y finalmente se quedó sentado, en solitario, sin ver el resto del juego, sumamente frustrado y triste.
El rostro desencajado de Frankie fue tomado por las cámaras y su reacción se volvió viral que fue imposible no querer saber más sobre su historia y contó su experiencia a la agencia AP, a la cual aseguró que no suele llevar guantes a los partidos, pero esta vez fue diferente. “Necesitaba uno más grande”.
“La incredulidad te invade. Pensé, ‘Oh, Dios mío, casi lo tengo’. Es como si estuvieras en el juego, estás fildeando y preparándote para el campo. Cuando golpeó la pelota, fue como, ‘¡Oh, Dios mío! ¡Oh, Dios mío!’ Creo que golpeé a mi amigo en el cuello mientras me estiraba. Casi lo consigo“, dijo.
¿Por qué tanto revuelo por una pelota?
No sólo era la emoción de obtener una pelota recién bateada por Aaron Judge, sino una pelota histórica con la cual muchos aficionados soñaban, no sólo por el valor estadístico y anecdótico, ¡sino por el económico!
La pelota bien podría alcanzar los 250 mil dólares en una subasta (unos cinco millones de pesos), de acuerdo con Sportingnews, con los cuales Frankie Lasagna pudo remodelar su restaurante o darse un buen viaje a cualquier parte del mundo. Dicho de otro modo, se le cayeron 250 mil dólares del guante.
¿Y qué pasó con la pelota?
Tras caer el bullpen de los Jays, el coach del equipo, Matt Buschmann recogió la pelota, lo cual fue celebrado por su esposa, la reportera Sara Walsh, quien festejó en su cuenta de twitter la fortuna de su pareja y hasta planeaba en tono de broma su retiro de los medios de comunicación.
Sin embargo, Buschmann entregó la pelota al equipo de Nueva York, al considerar que tan valioso objeto le pertenecía a los Yankees, por lo cual Sara Walsh escribió: “A continuación me gustaría anunciar nuestro divorcio”. ?