Han pasado más de 4 meses desde que la Liga MX vivió uno de los momentos más violentos (o el más) en su historia. El partido entre Querétaro y Atlas fue interrumpido por una campal que dejó varios heridos, así como consecuencias en la directiva de Gallos, en la que entonces se encontraba Adolfo Ríos.
El exportero bajó de su palco durante la pelea para intentar auxiliar a los afectados, pero los agresores eran mayoría y este episodio dejó una huella difícil de borrar en el futbol mexicano. Pero si hay una teoría que pasa por miles de personas, es que todo estuvo planeado.
De hecho, Adolfo Ríos fue desafiliado por la FMF por 5 años como consecuencia de esta violencia. Su apelación procedió, la sanción se redujo y expresó su punto de vista sobre lo ocurrido en el Estadio Corregidora.
“Lo que se presentó en documentos y que no es parte de mi función, lo presentamos al día siguiente. Dijeron que todo estaba en forma y en regla, precisamente por eso fue avalado por el comisario de la Federación Mexicana de Futbol.
“Si después se rebasó con las imágenes, por la gente que grabó con sus teléfonos en el conflicto. Ambas porras parecían estar de acuerdo en que se iban a agredir mutuamente, la porra de Querétaro se mantiene en su posición y abajo se ve la riña. Hay tomas en las que se ve un grupo muy pequeño. El partido estaba bien jugado y pasa una situación en la que no hubo tiempo de reaccionar; parecía que estaban enterados de ‘va a suceder en tal minuto’. Reaccionamos como pudimos todos, pero fue una tragedia. Una desgracia que rebasó a todos“.
Adolfo Ríos en entrevista para TUDN
¿Qué siguió para Adolfo Ríos tras la violencia en Querétaro?
Además de perder su cargo como director general de Querétaro, Adolfo Ríos confesó que pasó por días complicados tras la campal. Luego de saber que las personas hospitalizadas fueron dadas de alta con éxito, se deslindó del tema para descansar.
“No fue fácil pero nos preocupamos en ese momento de estar pendientes de las personas que fueron agredidas. Yo me dediqué a estar en contacto permanente con el doctor encargado, hasta el día que salió la última persona y que salió bien gracias a Dios. No hubo nada que lamentar en temas de muerte y nos desligamos prácticamente de todo. Fue desgastante, pero con la tranquilidad de haber cumplido“, agregó.
