Australia es el punto de lanza del calendario de los Grand Slams del tenis y el inicio de la temporada de Fórmula 1, que por segundo año consecutivo tendrá que moverse a otro país, ante la situación actual del coronavirus.
La temporada de Fórmula 1 se recorrería una semana para arrancar en Baréin, mientras que Australia, sin embargo, se prepara para el Abierto de Australia, que se realizará del 8 al 21 de febrero.
Estrictas medidas de seguridad en Australia
El país del continente oceánico se ha distinguido por sus estrictas medidas durante la pandemia del coronavirus. Ante una segunda ola de contagios, Australia llevó uno de los confinamientos más severos y largos.
En total fueron 110 días en los que la gente dejó prácticamente vacías las calles, de acuerdo con la BBC. Las medidas fueron criticadas, pero después se convirtió en un país elogiado por reducir drásticamente el nivel de contagios. De tener poco más de 400 casos nuevos el 4 de agosto (el pico más alto), el octubre los casos nuevos no pasaban de 20 descubrimientos a lo largo de octubre, noviembre y diciembre.
Sin embargo, la nueva cepa del coronavirus ha incrementado los filtros en Australia, sin que sus números se disparen a miles como en México, Estados Unidos, o Brasil.
Niños se contagian igual que los adultos con nueva cepa de COVID-19
Tenistas tendrán que pasar dos semanas aislados
Por ello, para el Abierto de Australia los organizadores y las autoridades del país seguirán con protocolos estrictos, de modo que los jugadores tendrán que pasar dos semanas en hoteles que han sido designados como filtros para las personas que ingresen al país, entre ellos se ha designado el Westin Melbourne.
El gobierno ya confirmó que todos los jugadores tendrán que cumplir con el protocolo sanitario, de modo que el arribo de los tenistas está programado desde el 14 y 15 de enero y a más tardar el día 25, según La Nación.
Sin embargo, residentes permanentes de 36 departamentos que conforman el hotel donde llegarían los tenistas, han amenazado con actuar ante la Suprema Corte al señalar que los representantes del hotel no informaron adecuadamente.
Acusan que no se les tomó en consideración y que recién fueron informados el 23 de diciembre. Varias personas son adultos mayores, por lo que consideran que las decenas la llegada de tenistas pondrán en riesgo su salud.
El temor en esa zona del país está en las estadísticas, pues de los poco más de 900 muertos en Australia, 820 se han registrado en Melbourne desde el inicio de la pandemia.
¿Por qué el tenis sí se disputaría y la F1 no?
La diferencia es la logística de un deporte y otro. Pese a que el Gran Premio de Australia se desarrolla en sólo tres días, la organización de la carrera implica la llegada de cientos de personas por cada una de las 10 escuderías.
Este personal debe llegar a trabajar al momento y una vez que termina la carrera comienzan a desmontar para trasladarse al siguiente país, por lo que no podrían pasar dos semanas en un hotel.
Otro aspecto es que el Gran Premio de Australia se lleva a cabo en un circuito callejero es decir, las vialidades de Melburne se adaptan desde finales de enero para que una semana antes de la carrera las calles sean cerradas por completo y le dé forma al circuito, lo cual representa un gasto millonario.
En 2020, el Gran Premio fue cancelado a minutos de arrancar la actividad en pista tras ser confirmados casos de coronavirus en algunas escuderías y la inversión se perdió. Esta vez, la F1 quiere evitar ese escenario.