Aaron Rodgers no se perderá la temporada tras la lesión sufrida el pasado domingo frente a los Chicago Bears, pues se han descartado las lesiones más serias. El quarterback de los Packers no tiene fractura, ni fisura, todo quedó en un esguince de rodilla, el cual lo mantiene en duda para el juego del domingo en Minnesota.
Rodgers prendió las alarmas durante el segundo cuarto frente a Chicago al abandonar el emparrillado en un carrito de golf, que lo llevó hasta los vestidores, sin embargo no sólo regresó al juego en el tercer cuarto, sino que fue el guía de su equipo para remontar el 20-0 para terminar ganando 23-24.
Rodgers no ha entrenado desde el día del partido y lo más probable es que no lo haga lo que resta de la semana para que de esta manera se pueda restablecer el ligamento dañado y tener opciones de jugar el domingo.
Aaron Rodgers left knee injury. #Packers #CHIvsGB #NFL pic.twitter.com/ftzFn23BDO
— MassDG (@Mass_Insight) 10 de septiembre de 2018
“Obviamente, quiero jugar. Sólo vamos día a día. Veremos qué tal se ve mañana, el viernes, el sábado y ojalá pueda jugar el domingo”, dijo el mariscal de los Packers.
Indicó que en los vestidores, el doctor Pat McKenzie le explicó que la lesión no podía empeorar, por lo que decidió regresar al emparrillado y completó su soberbia actuación gracias a la misma adrenalina del juego, sin la necesidad de tomar algún medicamento para mitigar el dolor.
“Definitivamente no tomé ningún analgésico. No creo mucho en general en ningún tipo de opioide o ningún tipo de analgésico, pero, sí, obviamente uno quiere salir al campo. No fui nada móvil en el segundo medio. He jugado así, desafortunadamente, algunas veces en mi carrera”.
Siempre estuvo positivo @AaronRodgers12 a pesar de la diferencia en el SNF
El QB de #GoPackGo fue capaz de guiar a su equipo al mayor regreso en el 4º cuarto de @packers 👏🏼😎🐐🧀 pic.twitter.com/YUueBnSnVi— NFL México (@nflmx) 12 de septiembre de 2018
Aaron Rodgers ha lidiado durante toda su carrera con la rodilla izquierda desde que se rompió el ligamento cruzado anterior a los 16 años y se sometió a una operación hasta años después y esto ha provocado una modificación mecánica en su forma de lanzar el ovoide.
“Cuando lidias con algo de dolor en esa rodilla a los 16, 17, 18, 19, 20 años, tienes que ajustar un poco cómo lanzar”, dijo el símbolo de los Packers.
En tanto, Mike Zimmer, coach de los Vikingos, ya planea el juego del domingo con Rodgers como rival: “Él camina sobre el agua. Estoy seguro de que jugará”.