Hace unos años, los Jets estaban disfrutando unos grandes años. Mark Sánchez, Darrell Revis y una defensiva implacable fue capaz de eliminar en playoffs a Tom Brady, pero el ánimo les duró poco y cayeron por mucho tiempo… bueno, con Aaron Rodgers regresa la ilusión.
Los Jets son ese equipo que necesita muchísimo, celebrar algo. Joe Nemath les dio un título hace muchísimos años y las victorias importantes han llegado a cuenta gotas.
Además, a sus vecinos los Yayants los ha visto coronarse con Eli Manning y a los Bills, gozar de un presente envidiable con Josh Allen al mando; así que, si alguien necesita con urgencia triunfar, esos son los Jets.
Y bueno, la llegada de Aaron Rodgers a la franquicia de Nueva York, es un alivio para los fanáticos porque con el nuevo QB, es más fácil llegar a postemporada y buscar un título de Super Bowl, que con los mariscales que tenía.
Sus últimas apuesta de QB, nada más no resultaron. Y aunque, peleaban por llegar a playoffs, eso no llegaba y volvían a comenzar de nuevo, en un bucle infinito, que parece terminar con Aaron Rodgers.
Aaron Rodgers es nuevo jugador de los Jets
Tras varios meses de negociación entre Jets y Packers, porque Aaron Rodgers andaba fuera de todo lo que tenía que ver con el futbol americano, porque andaba jugando golf, de orador en seminarios de Astrología y en un retiro de oscuridad.
Los Jets echaron la casa por la ventana para adquirir a Aaron Rodgers y les mandaron a los Packers lo siguiente a cambio: El pick 13, una selección de segunda ronda y una se sexta ronda para el Draft 2023, pero no fue todo.
También, una segunda ronda condicional para el Draft 2024, se convertiría en una de primera ronda, si el mariscal de campo juega el 65% de las jugadas en los Jets.
Aquí va lo mero bueno: ¿Qué necesitan los Jets para ser considerados como contendientes?
Así es, esto es lo más de toda la negociación, porque de nada sirve tener a un QB de la calidad de Aaron Rodgers, si no lo rodeas con talento suficiente para explotar toda su capacidad en el emparrillado.
Nos vamos directamente a la ofensiva, porque en términos de línea, la verdad es que sí necesitan reforzar en el draft o la agencia libre a quien cuide a Aaron Rodgers, porque si no, como franquicia estarán en serios problemas.
En cuanto a los corredores, los Jets no son nada fuertes porque ni Breece Hall ni Zonovan Knight lograron ser ese combo que ayude al equipo a ser contendiente, lo positivo es que A-Rod no es tan fan de los corredores, es más de los receptores.
Ahora en cuanto a los receptores, que es lo que le truje a Aaron Rodgers. Garrett Wilson fue una agradable sorpresa para la ofensiva de los Jets y fue uno de los mejores receptores de la temporada 2023… y eso que tenía a QB’s medianos, con Aaron Rodgers como su mariscal, podría alcanzar niveles top de NFL.
El otro receptor que estará con Aaron Rodgers es un viejo conocido, porque le cumplieron el caprichito al QB de traerle a Allen Lazard, con quien estuvo en los Packers.
Lo que sí les hace falta a los Jets, es un buen ala cerrada. Tyler Conklin y C.J. Uzomah jugaron la temporada 2022, pero no lograron hacer buenos números, así que, deberán de mejorar en este departamento.
Conclusión
Los Jets seguirán siendo un equipo en la búsqueda de playoffs, porque aunque la llegada de Aaron Rodgers le da un levantón de calidad, todavía no es suficiente para colocarlos como uno de los candidatos a llegar al Super Bowl, mucho menos ganarlo.
Pero, con las armas que tienen, es suficiente para pelear con todo en su división, aunque no son los favoritos, vamos a analizar un poquito de sus rivales y con quién pelearán palma a palma.
Eso sí, tendrán una división complicada porque los Bills de Josh Allen pintan como favoritos y los Dolphins, estarán encendidos con su fogosa ofensiva. Ah, también están los Patriots, pero si no encuentran un mejor QB, Mac Jones los tiene condenados a vivir sin postemporada.
Básicamente, los Jets deben de pelear de tú a tú, ese puesto como comodines con los Dolphins y Aaron Rodgers se debe de centrar en no perder tantos partidos, además de que casi como mandamiento bíblico, ganar sus dos duelos divisionales ante Miami.