Como aficionado al futbol es frustrante ver que hay jugadores que tienen todo el talento, pero sus piernas no los ayudan. Su salud siempre está mal y cuando se recuperan, solo es cuestión de tiempo para que vuelvan a lesionarse.

De esos hay muchos, pero hay unos que simplemente nunca pueden estar al 100%, dejando a los fans tristes por la lesión e incompletos a sus equipos, que cuentan con ellos a medias.

Gareth Bale

El de Gales es un tren cuando está sano. Veloz, ágil y con una pierna izquierda educada, tiene todas las cualidades para ser de lo mejor que hay a nivel mundial. Sin embargo, los demonios llamados lesiones jamás lo han dejado en paz.

Desde que llegó al Real Madrid ha convertido goles muy importantes, pero nunca ha jugado una temporada completa. A los aficionados merengues les deja un sabor agridulce su contratación.

Marco Reus

Cuando estaba en su mejor momento, se lastimó y se perdió el Mundial del 2014. El alemán ha visto como su carrera se le va en hospitales, rehabilitación y vendajes. Eso sí, es un crack cuando está al 100% (que es casi nunca).

Tan triste es su situación que el mismo Borussia Dortmund no lo registró para la Fase de Grupos de la Champions League. Sabían que se podía lesionar y se evitaron el coraje.

Riccardo Moltolivo

Un veterano que ha tenido siempre dos cosas en su contra: las lesiones y que pocas veces ha jugado en su posición natural. El italiano tiene gran talento, mucha cadencia, visión y toque, pero pocas veces lo muestra.

Desde sus tiempos en la Fiorentina, hasta ahora que está en el AC Milan, siempre se pierde muchísimos partidos por estar en la enfermería.

Jack Wilshere

Cuando era más joven dio un partido legendario ante el Barcelona. El mismo Xavi Hernández reconoció que era el futuro del futbol inglés. El problema fueron sus rodillas que parecen de cristal y casi siempre está lesionado.

Wilshere tiene mucho talento, pero las lesiones han provocado que ahora esté a punto de salir del Arsenal, pues no le renuevan el contrato.

Arjen Robben

Además de ser un experto en el sucio arte de tirarse clavados y exagerar faltas, el holandés sufre de piernas débiles. Su época con el Real Madrid se vio siempre interrumpida por lesiones, eso provocó que no triunfara.

Cuando llegó al Bayern Múnich el hospital alemán lo vio como cliente frecuente. Entre las rodillas y lesiones musculares, se ha perdido muchos partidos.

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