Terminaron los primeros 90 minutos de la Gran Final del futbol mexicano, la edición 114 del Clásico Regio y Rayados salió vivo del Volcán, casa de los Tigres, con un empate a uno en goles y en expulsados. La carnita asada se cebó, pues una fuerte tormenta con granizo incluido azotó Monterrey, pero el futbol no paró.

Fue un juego muy entretenido, en el que la Pandilla se puso adelante rápido a los 7 minutos y que el cuadro felino empató más adelante por la vía penal. A partir de ahí no cayeron más goles, pero el peligro fue latente hasta el final. Fue un partido muy intenso y aquí te presentamos las 5 cosas que aprendimos.

1. Puedes llegar tarde a donde quieras sin tener consecuencias

Rayados llegó tarde al estadio, por lo que el partido tuvo que retrasarse 15 minutos. Así es mantuvieron a raya a todo el país por no prever el tráfico de su ciudad, cuando la costumbre es que los equipos lleguen de dos a tres horas antes del pitazo inicial al inmueble.

Razón por la que el Tuca Ferretti estaba justificadamente bastante molesto previo al encuentro, pues llegaron tarde el miércoles a la conferencia de prensa y nuevamente lo hicieron para la Final de la Liga MX.

2. Qué más da si faltan 90 minutos y ya tienes amarilla, hay que hacerse sentir

No importa que sea la Final, hay que patearse porque es el Clásico Norteño. Los jugadores de ambos equipos resolvieron sus diferencias a patadas cuando el futbol no les alcanzó. Y no es que estuviera malo el encuentro, al contrario, pero sí se ensució mucho por momentos.

Hubo 12 tarjetas amarillas, 5 para Tigres y 7 para Rayados, incluyendo dos rojas por doble amarilla, una por bando. Probablemente le duela más a Tigres, pues perdieron a Hugo Ayala para la vuelta por este motivo y fue pieza clave hoy para mantener el marcador.

3. Nahuel es un porterazo, pero es humano

El arquero de Tigres es de la mejor calidad, ataja muy bien y tiene grandes reflejos, pero por más seguro que sea siempre, sigue siendo humano y por lo tanto, falla. Este jueves se convirtió en el primer portero en anotar un autogol en una Final de liga mexicana.
Este fue el caso en el gol de Rayados donde probablemente las condiciones climáticas afectaron, pero lo que hubiera sido un rechace de rutina en el primer poste, terminó como gol de la Pandilla cuando Guzmán la quiso sacar, terminó rebanándola e incrustándola en su arco. Todavía tuvo el descaro de ir a reclamarle al árbitro, pero fue un autogol bastante claro.

4. Tigres no es sólo Gignac

El conjunto felino se comportó de una gran forma como equipo, el esquema del Tuca funcionó como relojito, con una defensa impecable, crecida que no dejaba ganar casi ningún balón a Rayados, metiendo la pierna limpiamente en situaciones clave sin dejar que sus rivales tuvieran muchas oportunidades de ingresar con peligro al área.

Por otro lado, Enner Valencia estuvo enorme, desequilibrando en varias jugadas, generando peligro y creando oportunidades de gol para Tigres. Él creó el penal recibiendo en medio de toda la zaga rayada que terminó arrollándolo y más adelante lo cobró como maestro, sin miedo, a lo Panenka.

Además sacó de quicio a Vangioni, en parte con una falta y un pisotón que fue difícil saber si fue a propósito, pero también con su buen futbol y el defensa terminó llevándoselo como venganza para ganarse una amarilla y posteriormente la segunda cuando perdió la cabeza al final del partido.

5. No podría ser más parejo

Ambos equipos no sólo quedaron 1-1 en goles, también en expulsados y mostraron que son igualmente buenos por encima de toda la Liga MX en este momento. Tienen plantillas espectaculares y dieron un gran juego.

Son impresionantes hasta en su afición, el Volcán parecía que se iba a caer de cómo retumbaba, con todo y granizo, sin duda el Estadio BBVA Bancomer estará igual de encendido para la vuelta el domingo, donde conoceremos al Campeón de Monterrey y de México.

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