El próximo domingo 30 de agosto se realizará la edición XXXIII del Maratón Internacional de la Ciudad de México, uno de los eventos deportivos más importantes del país.
¿Vas participar? Si ya has corrido otros maratones entonces ya sabes a qué te enfrentarás, pero si es tu primera vez quizá en estos momentos te encuentres con un montón de sentimientos encontrados y no sepas bien qué esperar. Y es que, aunque correr un maratón siempre es especial, cuando lo haces por primera vez te cambia la vida.
Por eso, preparamos esta lista con 14 cosas que experimentas cuando corres tu primer maratón, y que muy probablemente vivirás el próximo domingo, o bien, en un futuro no muy lejano, si es que te gusta esto del running.
1. Días antes de la carrera estarás nervioso. Bastará con que pases por algún espectacular o imagen que haga referencia al Maratón, para que un escalofrío te recorra la espalda y una sensación de vértigo se apodere de tu estomago.
2. Y sin embargo, esos mismos nervios se transforman en emoción el día que acudes a recoger tu kit de carrera y te topas con otros cientos de locos que como tú, han elegido desafiarse en una prueba de máxima exigencia física. Si ya has corrido otras carreras de menor kilometraje entonces te darás cuenta que la sensación en esta “fiesta previa” al gran evento se vive de forma muy diferente.
3. En las horas previas al Maratón comenzarás a dudar si realmente llegas bien preparado, si has comido lo adecuado o si realmente lograrás terminar. En la mayoría de los casos estás dudas son infundadas, por lo que es mejor confiar en el trabajo realizado meses atrás.
4. La noche previa a la carrera no podrás dormir bien. La adrenalina y la preocupación por querer levantarte temprano y llegar a tiempo hará que constantemente despiertes a lo largo de la madrugada. Para cuando suene el despertador, lejos de quedarte suplicando cinco minutos más te levantarás de inmediato. Y es que ese día te enfrentarás a uno de los retos más importantes de tu vida.
5. De pronto todo temor, toda angustia y toda duda desaparecerá cuando te veas esperando detrás de la linea de salida. Después de calentar un poco y ver el ambiente que hay en la línea de salida, sabrás que pase lo que pase la experiencia ya valió la pena por el simple hecho de estar ahí.
6. Los primeros kilómetros te sentirás feliz. Incluso querrás ir más rápido pero te contendrás pues sabes que la ruta es larga y que debes administrarte.
7. Comprobarás lo generoso que pueden ser los humanos. Habrá momentos en los que verás a corredores caerse y ser socorridos por los demás participantes, a maratonistas dándose ánimos entre sí, y claro, a cientos de ciudadanos que de manera desinteresada y espontánea salen a las calles a ofrecerle bebidas, comida y diferentes tipos de ayuda a los deportistas.
Te sentirás conmovido por la calidez de la Ciudad de México, y es que eventos así sacan lo mejor de todos.
8. Llegará un punto en el que sentirás que físicamente ya no das para más, que querrás detenerte y abandonar la carrera. Sin embargo, serán esos momentos de flaqueza los que recordarás con más orgullo en el futuro y los que definitivamente te harán crecer como persona.
Y es que pasarás por diversos estados de ánimo, como euforia, tranquilidad o enojo… incluso puede que hasta tengas ataques de llanto, lo cual es perfectamente normal. Al pasar esos kilómetros de obscuridad te sentirás más fuerte y tendrás un segundo aire. Nuevamente te sentirás invencible.
9. Cuando veas a lo lejos el Estadio Olímpico Universitario sabrás que todo el esfuerzo valió la pena. No importará el cansancio porque ahora irás impulsado por el corazón. Disfruta esos momentos porque son irrepetibles.
10. Al pisar la pista de tartán tus pies se sentirán agradecidos, y es que después de 42 kilómetros sobre el asfalto, sentir otro tipo de superficie bajo tus pies te brindará el confort y descanso suficiente para seguir adelante los metros que te hagan falta.
11. Cruzarás la meta y te sentirás extremadamente feliz. Recibirás tu medalla y la convertirás en uno de tus objetos más preciados pues tú y nadie más que tú sabrá el trabajo que te costó obtenerla.
12. Pasarás el resto de la tarde descansando, y sí, seguramente te dolerá gran parte del cuerpo, pero eso poco te importará, al contrario, te juras que pronto repetirás la experiencia.
13. Unos días después volverás a pasar por algún punto de la ruta del maratón y al ver la línea azul que marcó el recorrido, vendrán a tu mente un cúmulo de recuerdos sobre esos inolvidables 42 kilómetros que exigieron lo mejor de ti.
14. Pasarás los días y semanas subsecuentes hablándole a todos de tu experiencia corriendo tu primer maratón. Vendrán más carreras, incluso otros maratones, pero el recuerdo de esta primera vez se quedará para siempre tatuado en tu memoria.
Mucha suerte, disfrútalo mucho, te podrán contar muchas cosas de los maratones, pero créelo, nada como vivirlo.
Por @gabrielrevelo