David Lynch construyó una de las filmografías más complejas y llamativas en la historia del cine. Es uno de esos directores con un historial fílmico perfecto (porque sí, aquí en Cinemática y Sopitas.com amamos Dune y nos parece una adaptación maravillosa) y una audiencia comprometida con su cine, sus frases, sus discursos, reportes del clima y piezas musicales.
El impacto que generó David Lynch en vida, y lo que continuará con su trabajo fílmico, musical y artístico, nos traerá más debates sobre las posibilidades del cine, sobre todo entre aquellos que, para bien o para mal, siguen en la búsqueda de una lógica a sus historias. AQUÍ platicamos de la negación de Lynch a explicar sus películas y lo bello detrás de esa decisión.
Todo esto lo decimos porque con la triste noticia de su muerte, nos surgió la duda más perversa respecto al trabajo de un director: ¿cuál es la película ideal o la mejor película para entrarle de lleno a su filmografía? Ya saben, si alguien se acerca y pregunta con cuál de todos sus filmes empieza… ¿cuál diríamos?, ¿hay una respuesta correcta?
¿Por dónde empezar con David Lynch?
Hablando de David Lynch, no. No la hay. En el camino más sencillo, nos iríamos son su debut o primer largometraje, Eraserhead. Esta película de 1977 no sólo lo presentó ante el mundo, sino que plantó los escenarios que marcarían su estilo narrativo, visual, sonoro y la forma en la que confrontaría a la audiencia. Es clarísimo.
Sin embargo, creemos que Eraserhead reduce la experiencia al Lynch que asume relatos así de complejos. Y la realidad es que David Lynch era director porque amaba explorar otros mundos, y eso se ve reflejado en The Elephant Man o Dune.
Ambas películas, sobre todo la primera de 1980, es un melodrama precioso y devastador, también en blanco y negro, protagonizado por Anthony Hopkins y John Hurt. La complejidad en este relato viene de la forma tan directa en la que señala las rupturas de la experiencia humana. No hay atajos ni entrelíneas. Pero por eso mismo. Al ser tan puntual, esta no es la mejor película para empezar.
¿Dune?
No, definitivamente no. Lamentablemente, fuera del circuito fiel a David Lynch, es su película más popular por el rechazo generalizado que hay respecto a ella, incluido lo que el mismo Lynch sentía respecto al producto final (al grado de que pidió que quitaran su nombre de los créditos).
Pero insistimos que Dune no es una mala adaptación, sino el reflejo de cómo las posibilidades de un artista y creador, se limitan frente a una maquinaria. Dune representa todo lo que estuvo y sigue estando mal en la industria del cine y Hollywood. Entonces, viciados por toda la información que hay respecto a ella, es el peor lugar para empezar.
¿David Lynch con Twin Peaks es un buen lugar?
¿Podríamos irnos al trabajo de David Lynch en la televisión? Tal vez. No es la opción más obvia, pero nada de Lynch lo era. Y además, Twin Peaks es una obra monumental. Esta producción logró lo que ninguna de sus películas había hecho: convenció a audiencias que no estarían interesadas, antes, en su cine, de seguirlo.
Pero tenemos una anotación respecto a iniciar con Twin Peaks. O mejor dicho, una duda. La serie se estrenó en 1990, y dos años después salió la película de Fire Walk With Me. ¿No creen que si Lynch decidió armarse una película de cierre de la historia (en los 90) es porque su narrativa siempre apunta a esas dimensiones?
Entonces, sólo estamos murmuando, ¿no sería mejor evitar dar inicio a la filmografía de Lynch con su serie para la televisión? No sabemos si tiene sentido, sobre todo porque el impacto cultural que respalda a Twin Peaks está ahí. Pero creemos que es ideal empezar con una cinta antes de seguirse con la serie… aceptamos opiniones.
¿Y si nos vamos a la segura con sus clásicos?
No nos juzguen, pero vamos a pecar de… cinéfilos. ¿Por qué? Porque nos negamos a iniciar nuestra aventura con David Lynch con sus películas más aclamadas como Blue Velvet o Mulholland Drive. Sin duda, son dos de los mejores filmes dentro y fuera de su filmografía, pero empezar por ahí es jugarle a la segura.
Blue Velvet de 1986 es brutal. Cuenta con el protagónico de su más grande colaborador Kyle MacLachlan junto a Isabella Rossellini, Laura Dern, Dennis Hopper y Dean Stockwell. La película recibió nominaciones en los Golden Globe y una mención para David Lynch como director en los premios Oscar.
Y respecto a Mulholland Drive. No tenemos los datos, pero estamos seguros que es la película más vista de David Lynch entre los miles de foros que han existido y existirán para discutir el significado de la mayoría de sus secuencias. Ustedes podrán sugerir entonces empezar por Straight Story o Inland Empire, pero estamos en el mismo terreno a pesar de ser menos conocidas.
¿Y si la respuesta está en los cortometrajes de David Lynch?
Creemos que este es el lugar indicado para empezar, sobre todo con uno de sus cortometrajes de la década de los 80. Se trata de un filme del 88 titulado The Cowboy and the Frenchman, protagonizado por Harry Dean Stanton (cuatro años después de su primer protagónico en Paris, Texas de Wim Wenders).
Reconociendo que es imposible hacer un buen resumen de una película de David Lynch, lo intentaremos con esta: el corto tiene como protagonista a Slim, un vaquero que no escucha bien. Mientras está con dos de sus trabajadores en su rancho, ve a un hombre bajar de un cerro de una manera extraña.
Cuando sus hombres van por él y se acercan a Slim, descubren que es un sujeto que tiene un bigote delgado, boina, bastón, un traje bien cuidado y una maleta repleta de cosas como botellas de vino, pan de baguette, recuerdos de la Torre Eiffel, muchos caracoles…
Pero Slim no logra reconocer quién es, y asume que puede ser un alien espía. Sin embargo, un plato de papas a la francesa en su misma maleta lo delata: el sujeto es francés. La llegada de este hombre se celebra y junto a un nativo americano que lo venía persiguiendo desde hace días, arman un festín bajo las estrellas y el calor de una fogata.
Sin duda, The Cowboy and the Frenchman es una de las historias más graciosas que hemos visto. Sabemos que el humor es algo importante en las películas de David Lynch, pero nunca ha sido tan directo y orgánico como en esta película sin dejar de ser complejo o su estilo tan característico. Tiene todo en la misma medida.
La historia de cómo surgió también es divertida. Lynch estaba en un restaurante en París y un hombre llamado Daniel le dijo que lo quería invitar a un programa para que revelara la forma en la que él percibía a los franceses. Lynch estaría con otros seis directores.
Al inicio rechazó la idea porque no sabía qué hacer. Pero de camino al hotel, se le ocurrieron algunas cosas, por lo que aceptó el proyecto. The Cowboy and the Frenchman está disponible en MUBI y YouTube.