Yermo de Everardo González ya se encuentra disponible en la cartelera de diferentes salas de México

Inhabitado, carente de vegetación o donde se puede cultivar… A grandes rasgos, esas son algunas de las definiciones de la palabra ‘Yermo’, que también es el documental más reciente Everardo González. Y no es, de hecho, una casualidad que el cineasta haya elegido este nombre para su largometraje. En él, se nos muestra el árido y complicado día a día en 10 de los desiertos más recónditos e impactantes alrededor del mundo.

Visualmente llamativo y emocionalmente estremecedor, este trabajo nos transporta a un mundo poco explorado que no solo se distancia en contexto de lo que se en las grandes… el misterio y la vida son mucho más de lo que los ojos aprecian sobre la arena, el calor y el amplio horizonte que en esos lugares se mira.

Everardo González. Foto: Getty.

Con motivo de su estreno en salas de cine, platicamos con Everardo González sobre cómo se gestó el documental, el aprendizaje profesional y personal que le dejó la experiencia, además de la conexión que tienen en común cada una de las personas que aparecen en la película a pesar de estar separadas por kilómetros de distancia.

Descubriendo el potencial que tenía ‘Yermo’

Hay algo curioso que sucede con Yermo. El asunto es que, en un principio, no estaba ni siquiera en los planes del Everardo González como un proyecto cinematográfico. Ni en la agenda. No había una planificación para llevarlo a cabo. Sin embargo, este largometraje emergió repentinamente mientras el director grababa el detrás de cámaras del proyecto fotográfico Tormenta de luz de Alfredo De Stéfano.

Luego de ver el potencial que tenía el material que recababa, Everardo decidió comentar con De Stéfano que quería hacer algo más grande y significativo; algo que sin duda le mostró otra cara del mundo que estaban recorriendo.

“Te diría que en la primera semana de la grabación. Tuve la gran fortuna de que el primer desierto al que viajó fue al de Mongolia, que para mí fue el más impactante por muchas razones. Una de ellas es lo distinto que es Asia de América porque es una cultura radicalmente distinta a lo que entendemos. Todo era fascinante y llamaba la atención: la ropa, la manera de arrear el ganado, los caballos que son endémicos, estar en la estepa más grande del mundo, el idioma, saber que fueron parte del Estado Soviético… son tantas cosas las que uno ve ahí.

“Yo sentía desde la primera semana que ahí había material para una película; que me estaba quedando corto siguiendo solamente ese trabajo de Alfredo. Me tuve que aguantar hasta que tomé valor para decirle que yo veía una película que valía la pena. Me acuerdo que se lo dije en Namibia… y le tuve que confesar que la película que estábamos haciendo tenía que ser otra. Ahí vino la revolución”.

Un par de lecciones importantes en ‘Yermo’

No hace falta recalcar que la vida en el desierto, para aquellos que lo habitan, es totalmente diferente de lo que cualquiera de nosotros vive. A partir de ello y de lo que se aprecia en Yermo, Everardo hace un análisis introspectivo sobre lo aprendido en el camino de los diversos desiertos sobre los que caminó.

Hay dos lecciones: una personal y una del oficio La primera se basa en que a pesar del contexto, en estos ambientes desérticos se respira una fraternidad que muchas veces no vemos en la vida diaria; lo importante de ser solidario. Por otro lado, en lo profesional, el cineasta destaca que su más reciente trabajo le mostró que siempre hay una buena historia para contar en donde sea; que hay que confiar en el material, dice.

“En lo personal, lo que nos toca vivir sobre los círculos cercanos y sociales, que para algunos es la familia y para otros son los amigos, para otros el barrio. Qué se yo… Que dependemos mucho de la ayuda del otro, de la solidaridad del otro, que es lo que se vive en el desierto como los que se ven en ‘Yermo’. En el oficio, aprendí a confiar más en el material, a tener menos aprehensión y a saber que mucho va a depender de la capacidad de los colaboradores con los que uno trabaja después, porque el material existe y si uno tiene oficio, habrá algo siempre ahí… Entonces, eso es algo que a mí me regaló. Imagínate, casi 20 años después después de iniciar mi primera película, yo fui aprendiendo que al material hay que tenerle confianza”.

Everardo González. Foto: Getty.

Lo que une a la gente en el desierto y a la distancia

Desde México hasta Chile, de Namibia hasta Mongolia, de Islandia hasta Marruecos… Esos son solo algunos de los países por los que pasó Everardo durante la filmación de Yermo. Y así, como se aprecia en el documental, pudo charlar con las personas de cada lugar que visitó.

Algo que podrán apreciar en este trabajo cinematográfico es que a pesar de la distancia, las historias de cada uno de los individuos -chicos y grandes- convergen, se conectan, impactan de la misma manera. Everardo González ofrece sobre ello una explicación que va de lo tangible a lo intangible; qué es lo que acerca a estas personas a pesar de la distancia y de sus diferentes realidades.

“Los une lo hostil de entorno fuera de su círculo, la ausencia de vida y la necesidad obligada de rastrear en dónde está. Por eso son los que saben rastrear los veneros de agua, por eso son los que saben rastrear el terreno, los que saben buscar a las presas más ocultas que existen, porque siempre están ocultas debajo de la tierra. De eso depende mucho; se saben muy vulnerables y por eso, los entornos familiares son importantes; el rol de cada miembro de la familia es determinantemente importante. Por eso, su relación con las bestias es tan fuerte y tan sólida. Por eso, un hombre y su caballo es tan fuerte en el desierto; por eso nos encanta ver esas películas donde esa relación es casi simbiótica.

“Siempre hay en los desiertos esa relación simbiótica entre el hombre y las bestias que es, de alguna manera, algo muy primitivo, pero también el origen de las civilizaciones. El desierto te ofrece la posibilidad de ver sociedades muy agrícolas, sociedades muy ganaderas o sociedades muy espirituales, que es como fueron creciendo las civilizaciones hasta que llegó el mundo de las ideas. Todo eso ofrece cuando se mira con atención un desierto… Es alucinante y maravilloso poderlo atestiguar.

Yermo. Foto: Especial.

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Editor de Música en Sopitas.com; a veces escribo y hablo de otras cosas. Egresado de FES Aragón UNAM. Los gatos y la música son necesidad absoluta.

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