Para nadie es un secreto que la vida de Woody Allen es un verdadero escándalo, pues su carrera como cineasta se ha visto manchada por acusaciones de acoso y abuso sexual por parte de su hija adoptiva. Sin embargo, y con el paso del tiempo nos damos cuenta de que nunca podremos separar su nombre de la polémica. 

Recientemente, el director de 84 años le dio una entrevista a El País a propósito del lanzamiento de su autobiografía, A propósito de nada –que también es controversial–, donde habló sobre distintos puntos de su vida, movimientos como #MeToo y hasta de las protestas que hay en el mundo por la brutalidad policial contra la comunidad afroamericana a raíz del asesinato de George Floyd, pero vamos por partes.

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El problema que lo ha perseguido por años y por el que su libro casi no es publicado

Este 2020, Woody Allen le presenta al mundo sus memorias, las cuales ha recogido a lo largo de los años, sin embargo, este libro tuvo que salir hace mucho. Todo pintaba ir de maravilla hasta que un día y casi de último momento, la editorial que publicaría A propósito de nada se echó para atrás y por un enorme motivo: la denuncia por abuso sexual que levantó la hija adoptiva del director, Dylan.

Como recordarán, en 2014 Mia Farrow –la hija que Allen adoptó con la actriz Mia Farrow, acusó al director de Annie Hall a través de una carta digital publicada por The New York Times, en ella relata que Woody había abusado de ella cuando tenía siete años. Pero este tema no inicia en el siglo XXI, pues a principios de los 90 esta historia se hizo conocida en 1993, en medio de una batalla legal entre el director y Farrow. 

Woody Allen y Mia Farrow/ Foto: Getty

Todo comenzó cuando Woody Allen buscaba la custodia exclusiva de Satchel (ahora conocido como Ronan) así como también de Dylan y Moses, los hijos que adoptó junto a Mia Farrow. Fue justo en este momento cuando la actriz acusó a Allen de haber agredido sexualmente a su hija en agosto de 1992, pues Dylan supuestamente le había dicho que el director la tocó mientras estaban solos en el ático.

En ese momento comenzaron las investigaciones, pues la empleada encargada de cuidar a los hijos de Farrow dijo que durante unos 20 minutos esa tarde no había sabido dónde estaba Dylan. En marzo de 1993, una investigación de casi seis meses realizada por la Clínica de Abuso Sexual Infantil del Hospital Yale-New Haven concluyó que la niña no había sido agredida sexualmente, desestimando la demanda en contra de Woody Allen. 

Mia Farrow después de ganar la custodia de sus hijos en 1993/ Foto: Getty

Tras este fallo, la Corte Suprema de Nueva York rechazó la acusación de abuso sexual, el juez Elliott Wilk rechazó la oferta de custodia de Allen. A partir de ese momento iniciaron un montón de conflictos dentro de la familia Allen-Farrow, con Ronan apoyando a su hermana Dylan, y Moses defendió al director de Manhattan.

Por años, Woody Allen ha evitado hablar del tema por una simple y sencilla, pues según el propio cineasta no lo necesitaba: “Cuando eres inocente, esas cosas no te importan. No quise perder el tiempo pensando en eso. No sentí que le debiera una explicación a nadie -dijo el cineasta La investigación concluyó que no había hecho nada, así que me centré en mi trabajo y en mi familia. Pensé que era una pérdida de tiempo dar entrevistas en televisión o escribir artículos”.

Woody Allen con Satchel ‘Ronan’ Farrow/ Foto: Getty

En la entrevista que Allen dio para El País, también desestimó las acusaciones que Mia Farrow levantó en su contra en todo este tiempo, pues para él solamente eran chismes que la actriz había inventado, pues todo era absurdo:

“Era un sinsentido que alguien creyera que había hecho algo así a mi hija de 7 años, que hubiera podido abusar de ella de cualquier forma. La idea era tan absurda que nunca hablé de ello. Trabajé y seguí trabajando, y nunca me importó. Era solo cosa de los tabloides, que en el fondo viven de eso…”. 

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Para cerrar este tema, el más controversial en toda su vida, Woody Allen reconoce que su silencio frente a la ya mencionada acusación, sumado a su matrimonio con Soon-Yi, la hija adoptiva de Farrow –a quien le lleva 29 años de diferencia–, le dieron mala fama: “Era la hija de Mia y luego terminé siendo falsamente acusado. Me ha dado una mala imagen, pero eso no significa nada para mí. Tengo una relación maravillosa con Soon-Yi y no la cambiaría por nada”.

Woody Allen y su esposa Soon-Yi/ Foto: Getty

El movimiento #MeToo en la carrera del director

La denuncia de Dylan Farrow llegó en un momento en que la atención del mundo del espectáculo se centró en los abusos, a partir de las acusaciones al exproductor de Hollywood, Harvey Weinstein, quien en marzo fue condenado a 23 años de prisión al ser declarado culpable por dos casos de violación y abuso sexual. Esos casos originaron al movimiento #MeToo, que hasta el día de hoy sigue buscando justicia.

El tema de abuso de Woody Allen revivió en la agenda pública, llegó a tal punto que la industria cinematográfica reaccionó a distintos niveles. Por un lado aparecieron actores como Michael Caine, Colin Forth, Mira Sovirno entre otros, quienes manifestaron su decisión de no volver a trabajar con el director, pero también hubo quien lo defendió como Scarlett Johansson, Jeff Goldblum y Alec Badlwin.

Scarlett Johansson y Woody Allen en el estreno de ‘Vicky Cristina Barcelona/ Foto: Getty

Por si no fuera suficiente todo esto, Amazon canceló el acuerdo que tenía con el director para distribuir sus próximas cuatro películas, motivo por el cual se fueron hasta los juzgados. A pesar de todo esto, el cineasta afirma que el rechazo no ha significado gran cosa para su agenda laboral: “Si nadie quisiera trabajar conmigo y nadie quisiera ver mis películas, tal vez me afectaría. Pero eso no es lo que ha sucedido…”.

A partir de que las acusaciones de Dylan Farrow revivieron, grupos feministas se han manifestado en los conciertos de jazz que Allen da, siendo cuestionado por todas estas mujeres. Aunque es uno de los personajes señalados por el #MeToo, el director a dicho que respalda las demandas de igualdad salarial que piden todas ellas, incluso en junio de 2018 inició una acalorada discusión cuando él mismo –y con ese humor negro que lo caracteriza– dijo que debía ser “el rostro masculino” de este movimiento.

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Aunque esas palabras fueron sumamente controversiales y muchas activistas feministas las consideraron como una provocación de su parte, el cineasta se mantiene firme al respecto: “Encarno todo lo que el #MeToo quiere conseguirHe empleado a cientos de mujeres delante y detrás de la cámara. Siempre he pagado exactamente lo mismo a hombres y mujeres”. 

“En más de 50 años, ni una sola actriz o miembro de uno de mis equipos ha dicho una sola palabra negativa sobre mí. No he recibido una sola acusación de discriminación o de acoso de cualquier tipo. Si todos los hombres se hubieran comportado como yo, el movimiento ya habría alcanzado sus objetivos…”, cerró el tema Woody Allen.

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La muerte de George Floyd y el movimiento Black Lives Matter

Por supuesto que al director le preguntaron sobre el tema que en las últimas semanas ha sacudido al mundo, el asesinato de George Floyd, un hombre afroamericano de 46 años que murió asfixiado por un policía en Minneapolis, a pesar de que nunca se negó a ser arrestado y tampoco portaba un arma de fuego.

A partir de ese lamentable hecho, el mundo salió a las calles –a pesar del coronavirus– a protestar para que por fin acabe la brutalidad policial en contra de las personas negras y el racismo sistémico. Uno de los movimientos que volvió a tomar fuerza a raíz de esto fue el Black Lives Matter, el cual busca recordar el aporte que han dejado todas esas personas de color al mundo.

Protestas para apoyar al movimiento Black Lives Matter en Los Ángeles/ Foto: Getty

Allen siempre ha sido objeto de críticas, por el hecho de que no hay actores afroamericanos en sus películas. Sin embargo, Allen se considera una persona “liberal e incluso radical”, respecto a los derechos de la población negra. Es más, asegura que participó en las manifestaciones de Martin Luther King, en Washington en 1963, y que los nombres de sus hijos se deben a destacados personajes de la comunidad negra.

“Cuando Ronan nació, le puse el nombre de Satchel por (el jugador de béisbol) Satchel Paige. A las dos niñas que adopté con Soon­-Yi las bauticé como Bechet, en honor al gran virtuoso del jazz Sidney Bechet, y Manzie, por su baterista, Manzie Johnson”.

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Ya para terminar, Woody Allen menciona que al final del día, todo lo que se diga de él no le importa en lo absoluto: “Cuando me muera, no podré preocuparme por esas cosas. Si alguien quiere pensar que soy la peor persona sobre la faz de la tierra, será irrelevante, porque ya habré sido desterrado de la existencia. Lo que piensen los demás no tiene mucha importancia”.

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Me llamo Jesús pero todos me dicen Chucho. Me encanta la música y sé tocar algunos instrumentos, aunque creo que soy mejor escribiendo sobre las bandas que me gustan. Soy fan de los conciertos y festivales,...

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