Con ayuda del programa de televisión Overhaulin, Johnny Depp le jugó una broma a su esposa, la actriz Amber Heard, a la que le hizo creer que le habían robado su Mustang 1968.
¿¡Cómo, tanto escándalo por un auto viejo?!, podrían pensar algunos de ustedes, pero bueno, tengan en cuenta que hablamos del primer auto que la actriz se compró cuando era más joven, con los pocos ingresos que entonces tenía.
Pues bien, en la broma Johnny Deep engaña a su mujer diciéndole que su amado Mustang había desaparecido. Esta noticia no le cayó nada bien a Amber, sobre todo si tomamos en cuenta que esta habría sido la tercera vez que le roban ese auto (al parecer no lo cuida muy bien que digamos).
Más tarde llegaron unos supuestos policías para investigar lo ocurrido, pero en lugar de hacer su chamba se dedicaron a tomarse selfies con los dos famosos. Obviamente Amber comenzó a salirse de sus casillas.
Además de Depp, el papá de la propia Amber también fue complice de la vacilada. Al final, el auto lo tenía el equipo de Overhaulin, quienes aprovecharon para darle una remodelada.
Así estuvo la cosa…
La verdad hubiera estado mejor que aguantaran un poco más la broma, pero bueno, al parecer Johnny Depp temía que lo mandaran a dormir al sillón.