Era la mañana del 4 de agosto de 1969. La policía de Chicago y el FBI entraron a un departamento. Fueron al dormitorio y dispararon a una de las personas que estaba dormida. Su nombre era Fred Hampton, un joven de 21 años que dormía junto a su novia embarazada de nueve meses. Hampton era el presidente de los Black Panther en Illinois.

Esa escena no es muy diferente a las que escuchamos en la actualidad. El 6 de septiembre de 2018, Botham Jean (un hombre afroamericano) estaba en su departamento cuando entró una mujer policía y lo mató a tiros. ¿La razón? Estaba cansada, se equivocó de departamento, pensó que Jean era un intruso y disparó dos veces. La herida en el pecho fue la que lo mató.

Botham Jean es una de las miles de personas que pertenecen a la comunidad afroamericana que han muerto por brutalidad policiaca. Y eso sin contar las víctimas de un racismo sistémico que mantiene a los y las afrodescendientes en la última parte de la pirámide de prioridades para el Estado: salud, educación, vivienda y seguridad.

Fred Hampton en 1968 en el estado de Illinois ya como presidente de los Black Panther. / Foto: Getty Images

La primera historia que les contamos fue real y tiene 50 años de que sucedió. Y podría ser distinta a la de Botham Jean en sus motivos, pero la esencia es la misma: racismo, un sistema que discrimina por el color de piel y la escasa libertad de una minoría que siempre se ha enfrentado a las injusticias.

La muerte de Botham Jean, al igual que la de Breonna Taylor o George Floyd, son consecuencia (in)directa de la muerte de Fred Hampton en 1969, la segregación, las leyes de Jim Crow, y los 400 años de esclavitud.

Fred Hampton, el mesías negro

Por eso cobra importancia que en medio del movimiento de Black Lives Matter, el cual despuntó en mayo de 2020 con la muerte de Floyd en manos de un policía blanco, se anuncie una película como Judas and the Black Messiah del director Shaka King. Esta cinta se realizó bajo la producción de Charles D. King (Just Mercy y Sorry to Bother You) junto Ryan Coogler (director y guionista de Creed y Black Panther). 

Judas and the Black Messiah nos presenta la vida y el legado de Fred Hampton, un joven negro que con base en sus discursos, con especial énfasis en la fraseI’m a revolutionary!, se convierte en el presidente de los Black Panthers en el estado de Illinois.

Daniel Kaluuya como Fred Hampton en ‘Judas and Black Messiah’. / Foto: Warner Bros.

Su discurso de libertad ha trascendido por más de 50 años, y su imagen se convirtió en un símbolo de lucha y resistencia en Estados Unidos. Asimismo, Hampton representa no sólo la búsqueda de libertad e igualdad, sino también de paz entre la comunidad afroamericana. Hampton trabajó en acuerdos entre pandillas de la ciudad, invitándolos a negociar para unirse en una misma lucha, la del racismo. 

Judas and the Black Messiah está protagonizada por Daniel Kaluuya, quien da vida a Fred Hampton junto a Lakeith Stanfield como William O’Neal, un miembro activo del partido que se convirtió en informante del FBI para derrocar a Hampton. Ha sido señalado como culpable de su muerte.

Lakeith Stanfield como William O’Neal en ‘Judas and Black Messiah’. / Foto: Warner Bros.

Acá les dejamos el tráiler de Judas and the Black Messiah: 

Willam O’Neil, el Judas del movimiento

William O’Neil era una de los miembros más activos de las Panteras Negras a tal grado, que él era el encargado de la seguridad de Hampton con acceso a las distintas casas de seguridad del partido. Al mismo tiempo, era informante del FBI de todos los movimientos del presidente, y de acuerdo con los reportes, fue él quien reveló el plano de la casa de Hampton para que pudieran entrar a asesinarlo. 

El 4 de diciembre de 1969, no sólo murió un líder que luchaba por la libertad e igualdad de los hombres y las mujeres negras en Estados Unidos, sino también asesinaron al activista Mark Clark, quien tenía 22 años. La poca información que hay indica que ambos recibieron casi 100 disparos bajo la justificación de que hubo respuesta de parte de las Panteras. Pero el tiempo develó la verdad: sólo hubo un disparo de parte de los Black Panthers.

Fred Hampton en octubre de 1969 en la ciudad de Chicago. / Foto: Getty Images

Y el tiempo obligó al Judas de la historia a redimirse. William O`Neal drogó a Hampton para que durmiera profundamente. Así fue como llegaron los agentes, asesinaron al guardia de Hampton, y le dispararon mientras estaba dormido. De manera sorpresiva, el presidente no había muerto, por lo que un oficial le disparó dos veces en la cabeza. El mesías había muerto. 

Siete miembros de los Black Panther fueron arrestados y acusados de intento de asesinato, violencia con armas, y posesión de armas. Sin embargo, fueron desestimados todos los cargos cuando una investigación reveló que no hubo resistencia de su parte, sino un exceso de violencia del lado de los agentes. Pero el daño ya estaba hecho.

Miembros del Black Panther Party en abril de 1969. / Foto: Getty Images

Después de la muerte de Fred Hampton, William O’Neal entró al programa de protección de testigos del FBI, cambió su nombre a William Hart y se mudó a California. Familiares aseguran que traicionó al presidente de su partido para reducir sus años de cárcel, pero que su verdadero castigo fue la culpa. Por eso, a los 40 años se quitó la vida: corrió hacia un auto en circulación y murió. 

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