En un país donde la política tiene un signo de pesos y los ideales se venden como un producto de novedad, resulta complicado mantener las convicciones por muy genuinas que éstas sean.
Como te habíamos comentado, el documental Tierra de Cárteles (Cartel Land), actualmente en cartelera comercial, narra un acercamiento a dos tipos de justicieros modernos que comparten un enemigo en común: los cárteles mexicanos.
El primero, es Tim Nailer Foley, líder del grupo paramilitar: Arizona Border Recon, quien lucha contra el crimen organizado desde Arizona Altar Valley, la frontera entre México y Estados Unidos. El objetivo de su grupo antiimigrante es detener el paso de drogas de México a Estados Unidos, cazando a los que ellos llaman centinelas.
Paralelamente, nos presenta al otro justiciero social, el doctor José Manuel Mireles Valverde, fundador de las autodefensas michoacanas, la novedad del documental es que nos muestra a un líder imperfecto, que aunque es lo suficientemente persuasivo para romper con la rutina de la gente e incentivar a que tomen las armas para recuperar la seguridad de su estado; también toma decisiones que rompen el esquema de valores que debería tener un líder, al fin y al cabo, todos queremos mantener la idea de que estamos del lado bueno.
Michoacán representa la rebelión de la que hablaba Orwell, con gente harta de los abusos de los Caballeros Templarios, que se organizan en grupos de autodefensas para tomar ellos mismos el control de su destino. Basta recordar que las autodefensas surgieron como una respuesta ante la ola de violencia del crimen organizado en Michoacán:
“A todos los sobrevivientes ya nos mataron a alguien, nos secuestraron a alguien y violaron a alguien. Llegó el momento en el que nosotros decidimos nuestra forma de morir” afirma Mireles en el documental.
Mireles se presenta como un ser humano, con virtudes evidentes, que lo llevan ganarse el cariño de miles de michoacanos, pero no pasa desapercibido que el líder social no es un superhéroe. Muestra de ello, la infidelidad del doctor Mireles a su esposa con una joven de 17 años, o la decisión que toma para quitarle la vida a uno de los templarios capturados, como lo haría un emperador romano en el Coliseo:
“Ustedes ahorita lo perdonan y este no nos perdona a ninguno de nosotros cuando tenga la oportunidad. Porque nunca han tenido compasión de nadie. Confiesen todo lo que puedan sacarle y entiérrenlo inmediatamente”, instruye Mireles.
El documental presenta la cronología de un movimiento que fluctúa entre el deseo y la rivalidad mimética. Ya que, a modo de profecía orwelliana, en Michoacán, las cosas se fueron descomponiendo, en tan solo un año, el movimiento se fragmentó y algunos optaron por la institucionalización en fuerzas rurales.
El gran problema vigente con las autodefensas es que el cambio de uniforme no garantiza la convicción de servir al Estado, ni de la lealtad a la patria. Tenemos entonces una pérdida de legitimidad de las autodefensas, con el grupo de los buenos y de los malos, los que están infiltrados y los que no, los que fueron narcos y los que no.
Este documental galardonado en el Festival de Sundance 2015 buscará responder la pregunta de si ¿es aceptable tomar la ley en tus propias manos para proteger a tu familia, tu tierra y tu país? mostrando que los límites éticos para lograrlo en ocasiones, son ilusorios.