Son tantos los contenidos que sacan las plataformas de streaming en un semana, que es imposible seguirle la pista a todos. Sin embargo, cuando uno se dispone a encontrar algo bueno, encuentra maravillas. Y ahora, es el turno de hablar de The House, una película antológica y animada de Netflix que es tan aterradora como imperdible.
The House es una película animada en stop motion que se construye de tres historias (entre 30 minutos cada uno) escritas por Enda Walsh. La música, sorpresiva y aterradoramente, corrió a cargo de Gustavo Santaolalla para presentarnos un mundo que de vista se ve dulce y tierno, pero que en realidad, representan tres distintas pesadilla que se van potenciando conforme la historia avanza.
Y el elenco de voces es sensacional. El primer corto, titulado “And heard within, a lie is spun”, tiene como protagonistas a Mia Goth, Matthew Goode y Claudie Blakley. El segundo, “The lost is truth that can’t be won” con la voz de Jarvis Cocker. Y el tercero con el nombre de “Listen again and seek the sun”, cuenta con la participación de Helena Bonham Carter, Susan Wokoma, Paul Kaye y Will Sharpe.
The House
Por acá les contaremos de manera breve de qué va cada uno, aunque han de saber que todas giran en torno a una enorme casa, siempre la misma pero en distintos escenarios, que sume a los protagonistas en un entorno oscuro y sofocante del que pocos, sino es que ninguno, pueden salir.
“And heard within, a lie is spun”
Esta historia nos muestra a un matrimonio con dos hijas, Mabel e Isobel, que se enfrenta a la pobreza y las criticas de la familia por no tener mejores cosas, entre ellas, una “casa decente”. Frente a la desesperación, el padre Raymond, acepta irse a vivir a una enorme casa construida por un arquitecto millonario.
¿Las condiciones? No hay ninguna, ni siquiera dinero de por medio. Lo único que deben hacer es irse a vivir a la casa y permanecer en ella con los arreglos que el dueño dispone. La mamá, llamada Penny, pronto se deja encantar por las telas y materiales, además de la oportunidad de crear sus propias cortinas. Pero la única que se mantiene renuente, sin entender el estado de sus papás, es Mabel, la hija de poco menos de 10 años que se pone a explorar la casa.
Lo que encuentra es una construcción interminable donde cada día, cambian las cosas entre ajustes hechos por el arquitecto. Por ejemplo, las escaleras hacia el primer piso ya no están en su lugar, el cuarto de Mabel, de una noche a otra, deja de tener ventanas, o el papel tapiz cambia de forma. La idea es aterradora, pues Mabel y su hermanita Isobel se encuentra en medio de un laberinto del que sus padres ya no pueden escapar hasta convertirse, literal, en parte de la casa.
“The lost is truth that can’t be won”
Este segundo cortometraje, al igual que el tercero, podrían forman parte de una antología de Wes Anderson muy al estilo de Fantastic Mr. Fox. Pero en lugar de encontrarnos con animales encantadores y aventuras divertidas, los personajes de The House están en medio de situaciones desesperantes que no pueden evitar. Sino al contrario, son testigos de cómo se van haciendo más grandes.
“The lost is truth that can’t be won” tiene un solo protagonista. Se trata de un constructor (una rata) con la voz de Jarvis Cocker cuyo único objetivo es terminar de remodelar una casa para poder venderla, y así, poder pagar todas las deudas del banco que ha adquirido con este proyecto. Cuando arranca el corto, entendemos que acaba de despedir a todos los empleados para poder recortar gastos pensando que él solito podría terminar de montar lo que queda pendiente.
Cuando cree que todo ha terminado, se encuentra con una plaga de distintos insectos que logra esconder para así poner a la venta la casa en una presentación. ¿Y que encuentra entre personajes desintersados que sólo van por los canapés y las bebidas? A una pareja de animañas que muestran un extraño interés por la casa… Esta situación hace que nuestro protagonista se muestra aún más estresado, obsesivo y nervioso.
“Listen again and seek the sun”
Esta última historia está ambientada en un mundo de gatos que se han enfrentado a una terrible inundación. Aquí conocemos a Rosa, dueña de una enorme casa cuyo objetivo es remodelar para poder rentar los cuartos y tener algo de dinero. Pero después de las lluvias, todos abandonaron el lugar y se quedó con dos inquilinos, Elias y Jen, que le “pagan” la renta con pescados y cuarzos. No hay dinero, no hay remodelación y Rosa está atrapada ahí.
Las cosas cambian cuando llega a la casa un tal Cosmos, un gato que “vibra alto” y que primero ayuda a Elias a irse de la casa. Cuando le notifican a Rosa que él y Jen también van de salida, comienza un periodo de estrés y desesperación para la protagonista por varias razones, sobre todo por la idea de quedarse sola y no poder escapar de aquel lugar que la tiene sumida en la ansiedad.
¿Por qué es tan grandiosa The House?
The House es un interesante experimento no sólo como una cinta animada o antología, sino como una historia de terror. Y su grandeza en este aspecto no radica en situaciones que asusten a las audiencias, sino en que todas las historias son cero satisfactorias, e incluso, causan malestar. La primera, dirigida por Emma de Swaef y Marc James Roels, es la que más apela a escenarios de terror conocidos como espacios oscuros iluminados sólo por la luz de una vela, caras aterradoras y misterios.
La segunda de Niki Lindroth von Bahr juega con los niveles de paciencia de sus personajes, y a su vez, de los espectadores. Nos es imposible comprender la situación (como Mabel), y también es imposible no sentir apego por el proptagonista. En cuanto a la tercera de Paloma Baeza, es la ruta de escpae. Si bien también tiene sus momentos desesperantes, nos muestra que hay una salida y esa puede estar llena de esperanza.
Pero para llegar ahí, has de hacer un recorrido que nos muestra aspectos de terror bastante literales como la obesión, la desesperación, la soledad y la miseria. ¿Y que no son todas esas vertientes meramente humanas?