“Uhhh, ya también está cortando la libertad de expresión”, pensarán algunos con sólo leer el título de esta nota. Primero entérense de cómo estuvo todo el asunto y después decidan qué tan bien (o mal) aplicada estuvo la sanción.
Aunque parecía que todo “chiste” a costillas de Donald Trump sería bien aceptado (porque él es el “enemigo”, ¿no?), Katie Rich, guionista de Saturday Night Live, se encargó de demostrar que aún hay límites. Subiéndose al tren de la cábula en que se convirtió la toma de protesta del hombre cuyo peinado intriga a los estilistas (o sea, Trump), la escritora del programa de comedia la cargó contra el hijo menor del republicano.
Y sí… el chamaco por ser el “minimi” del nuevo presidente, tiene varios elementos que lo hacen harto memeable (y de hecho surgieron memes). Sin embargo, Rich, al notar que Barron Trump andaba muy inquieto durante la ceremonia, creyó que sería la sensación de internet. Sugirió que el niño en cuestión tiene potencial de asesino… no lo fue.
“Barron será el primer atacante escolar del país”.
El tuit tuvo reacción inmediata… aunque no positiva. El asunto fue más por el lado político, donde se llegó al consenso general de que, independientemente de qué tan pin&/e gordo te caiga Donald Trump, sus hijos –sobre todo los menores– no deben ser parte del “juego”. Es decir, “Él como quiera, pero los niños qué”.
Ante las críticas, la guionista borró el tuit y bloqueó su cuenta. Más tarde la hizo pública, pero ya sin el mensaje de la discordia. Claro, la tradicional disculpa no se hizo esperar: “Pido perdón sinceramente por el insensible tuit. Lamento profundamente mis acciones y mis palabras ofensivas. Fue inexcusable y lo siento mucho”.
I sincerely apologize for the insensitive tweet. I deeply regret my actions & offensive words. It was inexcusable & I’m so sorry.
— Katie Rich (@katiemaryrich) 23 de enero de 2017
Aunque la NBC (canal que se encarga de transmitir SNL) no se pronunció al respecto, el nombre de Rich fue removido de los créditos del programa y se dio a conocer que fue suspendida indefinidamente. Ni modo, no disfrutaremos de su jocosidad por un buen tiempo.