El universo tiene varias formas de sorprendernos y demostrarnos que todo, de alguna manera, está conectado. Muchos han dicho que en el cosmos, todos los elementos lo componen, vienen y van al mismo lugar en el mismo tiempo… o algo así. La verdad, resulta complicado siquiera intentar comprender cómo funcionamos.
Por eso, preferimos quedarnos en que es una mera y enorme coincidencia el hecho de que Stephen Hawking, una de las mentes más brillantes del mundo, muriera en el aniversario del nacimiento de Einstein: el 14 de marzo. Einstein, otro de los científicos más importantes e influyentes de la historia de la ciencia, nació el 14 de marzo de 1879… ¿no hay principio y no hay fin?
Ahora bien. Los más escépticos pensarán que es una de esas hermosas coincidencias que nos sacan un “oh” de sorpresa; sin embargo, hay más. El mismo Hawking nació el 8 de enero de 1942, en el aniversario 300 de la muerte de Galileo Galilei… ¿Galileo? Sí, aquel que formuló las primeras leyes del movimiento, el padre de la astronomía moderna, el que confirmó la teoría de Copérnico, el hombre que nació el 8 de febrero de 1642.
¿Quieren otra ‘coincidencia’? El 14 de marzo de el Día Pi porque 3/14 y 3.14 –ok–, un día en el que las matemáticas, por decirlo de alguna manera, se celebran. Es algo así como el Día de las Matemáticas en lugar de las madres.
Todo esto, sin embargo, se debe tomar con el mismo sentido de humor que caracterizó a Hawking durante toda su vida. Sí, el hecho de que algunas fechas los conecten de otra manera que no sea su enorme y compleja inteligencia y las aportaciones a la humanidad, son divertidas y nos dan una razón más para creer que el universo, de verdad, está conectado, o al menos tiene varias formas de sorprendernos.
