Es muy probable que si en estos momentos les pedimos que se imaginen a un personaje de Disney, el primero que se les venga a la mente sea Mickey Mouse. Y no los culpamos, pues desde que Walt Disney apenas era un animador que buscaba producir sus propios cortos y películas, este simpático ratón se convirtió en la mascota de la compañía y todo un ícono de la cultura popular, que ha encantado a un montón de generaciones con sus particulares aventuras.

El 18 de noviembre es el cumpleaños de este personajazo, pero quizá muchos no sepan por qué se celebra en este día en específico. Un día como este pero de 1928 se estrenó el corto que introduciría oficialmente a Mickey, Steamboat Willie, aunque para conseguir que se convirtiera en un éxito, Disney tuvo que pasar por un montón de situaciones y descalabros, con el único fin de demostrar la enorme capacidad creativa que tenía.

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Antes del nacimiento de Mickey Mouse

En 1927, Walt Disney trabajaba para Universal Pictures, y fue en ese lugar donde creó para el productor Charles Mintz a Oswald, el conejo afortunadoCon el lanzamiento de su primer cortometraje, Trolley Troubles de ese mismo año, Disney solicitó un aumento de presupuesto; algo que por supuesto rechazaron y, ante sus quejas, le recordaron que los derechos del personaje animado pertenecían a la casa productora y que la mayoría de sus dibujantes tenían que seguir un contrato.

Para ese momento, el animador se vio sin salida, y durante un viaje de Nueva York a Los Ángeles se le ocurrió la idea de crear a un ratón al que quería llamar Mortimer. Sin embargo, la esposa de Disney, Lillian, lo convenció para renombrarlo Mickey, y así junto al dibujante Ub Iwerks puso manos a la obra para empezar a producir historias de este personajazo, aunque al principio las cosas no le salieron nada bien.

Foto: Getty

El camino hasta ‘Steamboat Willie’

La primera aventura de Mickey Mouse fue Plane Crazy (1928), una animación muda que mostraron a inversionista y que no consiguió ningún distribuidor interesado, a pesar de que en este corto también presentaban a Minnie Mouse, la novia del roedor. Pero este par no se rindió, es por eso que Disney e Iwerks volvieron a intentar captar el interés de la audiencia con una nueva película sobre los mismos personajes, The Gallopin’ Gaucho

Esta pretendía ser una parodia de una películas del afamado actor de la época del cine mudo, Douglas Fairbanks, titulada The Gaucho. Y aunque ambos se habían esforzado en presentar una historia interesante, tampoco lograron llamar la atención de nadie, así que decidieron enlatarlo y trabajar en un siguiente proyecto que sin saberlo, los catapultaría tanto a ellos como a Mickey Mouse a la fama: Steamboat Willie.

Un animador dibujando a Mickey Mouse/ Foto: Getty

El corto que lo cambió todo

Como siempre lo demostró, Walt Disney innovó con este cortometraje de apenas 7 minutos. Para empezar, se trató de la primera producción que tenía sonido, pero él no fue el primero que combinó este elemento con música y diálogos sincronizados. El animador se inspiró al ver otro corto llamado Dinner Time, aunque fue el trabajo que hizo el creador de Mickey Mouse el que alcanzó fama importante en esa época.

La historia nos muestra a Mickey dirigiendo el barco Steamboat mientras silba una pegajosa melodía. Al momento aparece el capitán del barco, el Capitán Pete, y lo echa, para conducir él. Se detiene el barco para recoger la carga, y cuando están a punto de zarpar otra vez, aparece Minnie, que ha perdido el barco, pero el ratón la ayuda a subir con una grúa.

Una vez en el barco, una cabra del cargamento de animales del barco se come la partitura de Minnie, la cual tenía escrita la canción “Turkey in the Straw”. Entonces Mickey toma la cola del animal como aguja en un fonógrafo para que suene la melodía. Después de esto, empieza a usar a diferentes animales como instrumentos musicales. El Capitán Pete, molesto por el ruido de la música, obliga a Mickey a trabajar, y el corto termina con nuestro protagonista pelando papas.

El propio Walt puso la voz, tanto de Mickey como de Minnie, aunque no había diálogos, solo ruidos tipo risas, llanto y gritos. El público que acudió al estreno de este cortometraje el 18 de noviembre de 1928 quedó muy impresionado por el uso de la música con fines cómicos, porque las películas sonoras todavía eran una gran innovación, y la primera cinta de este tipo, El cantante de jazz de Al Jolson se había estrenado un año antes.

Mickey Mouse llegó para quedarse

Y como dirían por ahí… el resto es historia. Mickey Mouse pasó a ser rápidamente uno de los personajes de animación más populares de su época, cosa que permitió a Walt estrenar de nuevo los dos primeros cortos, a los cuales les agregó sonido y se convirtieron en un éxito. Pero el ratón favorito de muchos no hablaría hasta 1929 con el estreno de The Karnival Kid, donde dijo sus primeras palabras: “Hot dogs, Hot dogs!”. 

Aunque este cortometraje fue el tercero que Disney creó, está considerado por muchos como el verdadero debut del personaje. Desde entonces, Mickey ha evolucionado (conservando en la medida de lo posible su aspecto clásico), ha aparecido en más 100 producciones animadas y se convirtió en el emblema de la compañía de animación – no por nada, la famosa escena de inicio de Steamboat Willie sigue apareciendo al inicio de las películas de la empresa–.

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Me llamo Jesús pero todos me dicen Chucho. Me encanta la música y sé tocar algunos instrumentos, aunque creo que soy mejor escribiendo sobre las bandas que me gustan. Soy fan de los conciertos y festivales,...

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