¿Qué más se podría decir del gran Stan Lee que no se haya dicho ya? Amo y creador del universo de Marvel, el cual sigue expandiéndose a niveles infrahumanos. Películas, juguetes, ropa, piñatas, y muchas cosas más de The Avengers, X-Men, Spider-Man, Iron Man, etc, que no conoceríamos si Stanley Martin Lieber no hubiera llegado a este mundo.
Con tan solo 20 años de edad, su primer trabajo fueron dos páginas del Capitán América, pero su verdadero boom de los cómics de superhéroes llegaría hasta 1961 gracias a Los 4 Fantásticos.
Es bien sabido de la energía y buen humor que tiene el creador de ‘La Casa de las Ideas’, su gran carisma, más allá de su trabajo, ha conquistado a millones de personas. Vamos, sobra decir que gracias a Stan Lee tenemos un mundo un poquito más feliz, pues para dar felicidad a los demás, hay que ser una persona muy feliz.
¿No nos crees? ¡Corre videotape!
Aparte de crear superhérores, también tuvo tiempo de leer cuentos infantiles.
A sus años dejó que lo colgaran por las alturas para recibir premios…
Y sin una gota de miedo… ¿qué tal?
Y hasta se tomaba el tiempo para tomarse quesque ‘la foto de broma’.
“Ya llegué paps, ahí les voy”
Sí, era amante del béisbol y seguro jugaba mejor que tú.
“Ya me compré otra moto porque la anterior me aburrió, paps”
“Foto con el carro, tío… ¿ya estuvo? ¿ya? ¡Excélsior!”
¿Ya dijimos que le gustaba el béisbol?
Sería tu mejor esquina si un día te revientas un tirantes en el barrio.
No daba muestra de cansancio. Hasta el final continuó siendo la misma persona tan apegada y agradecida con sus fans.
Nunca niegó autógrafos, ¡vaya, tío!
Mayweather se cuidaba las espaldas porque alguien quería robarle el cinturón.
Mientras tú lees esto, Stan Lee se encuentra firmando autógrafos en el cielo. No importa a qué hora lo leas.
Regresemos al béisbol. ¿Qué tal el brazo que se cargaba a sus 95 años de edad?
Oye, Stan Lee, ¿cuántas películas más nos vas a dar incluso cuando ya no estés con nosotros?
Si no te gustan los tatuajes, piénsalo de nuevo.
Mr. Stan Lee hasta se daba el tiempo para ponerse una capa como Mr. Strange.
¡Cuánta efusividad había en ese rostro, caray!
Y bueno, por si aún lo dudabas… él era el más cool.
