Silvia Pinal, primera actriz mexicana y uno de los máximos iconos de la Época de oro del cine mexicano y de la televisión de nuestro país, murió a los 93 años de edad después de casi una semana hospitalizada (por acá les contamos los detalles de su lamentable fallecimiento).
Muchas personas tal vez no dimensionan el impacto que generó en la industria del entretenimiento en México y los países de habla hispana, sobre todo en España.
Así que por acá haremos un breve recorrido de su vida y obra: cuáles fueron las películas más importantes de Silvia Pinal, sus más cercanos colaboradores, sus años junto a Luis Buñuel y su llegada a la televisión en donde marcó un antes y un después.
Las primeras películas de Silvia Pinal
Silvia Pinal nació el 12 de septiembre de 1931 en Guaymas, Sonora. Pronto se inició en el mundo del espectáculo, específicamente en el teatro y la ópera. Tras ganar un concurso de belleza y conocer a algunos actores como Rubén Rojo, entró a la Escuela de Actuación de Bellas Artes.
En 1947 contrajo matrimonio con Rafael Banquells, un actor nacido en Cuba pero de ascendencia catalana que de alguna manera la ayudó a impulsar su carrera como actriz. La intérprete dijo en varias ocasiones que se casó a esa edad y con un hombre mucho mayor para poder separarse de su familia conservadora.
A su vez, su paso por los escenarios y su llegada a la capital mexicana, la llevaron a tener su primera oportunidad en el cine con Bamba de Miguel Contreras Torres de 1948 a la que le siguió El pecado de Laura de Julián Soler en el 49.
La carrera en ascenso de Silvia Pinal
A partir de ese momento, con su debut fílmico, participó en varias producciones junto a los ídolos del momento como el mismo Banquells, Cantinflas y Pedro Infante, con quien se rumoró mantuvo un amorío. Sin embargo, en varias ocasiones Silvia Pinal aseguró sólo fueron buenos amigos.
En 1949 y 1950, protagonizó El rey del barrio y La marca del zorrillo junto a Tin Tan, convirtiéndose así en una figura popular dentro de la Época de oro del cine mexicano. Ya una vez establecida dentro de la industria, sumó entre sus colaboradores a actrices y actores como Marga López, Blanca Estela Pavón, Katy Jurado (nominada al Oscar), Fernando Soler, Sara García, Joaquín Pardavé, Irma Dorantes, Libertad Lamarque, Arturo de Córdova, Stella Inda, y muchos más.
Algunas de sus películas más exitosas fueron La mujer que yo perdí (1949); Un rincón cerca del cielo y Mis tres viudas alegres (1953); Un extraño en la escalera (1954), la cual compitió en el Festival de Cannes; El inocente (1956); y la “trilogía” de Tulio Demicheli que arrancó con Préstame tu cuerpo, Desnúdate, Lucrecia y Una golfa, todas de 1958.
Se fue a Europa con un historial de colaboraciones enormes y una sólida filmografía que incluía a cineastas de la talla de Emilio “El Indio” Fernández, Miguel Contreras Torres, Miguel M. Delgado, Juan Bustillo Oro, Luis Spota y Gustavo Alatriste (con quien contrajo matrimonio en 1961).
Musa de Luis Buñuel
Ya en el país ibérico, en 1960, Silvia Pinal apareció en varias comedias como Adiós, Mimí Pompón y Maribel y la extraña familia. Después de estas dos películas, en el 61, comenzó su relación con uno de los cineastas más grandes en la historia del cine, Luis Buñuel.
Silvia Pinal hizo todo lo que estuvo en sus manos para trabajar con Buñuel. La mexicana solicitó trabajar con el director español, pero él no tenía interés alguno. Así que durante una reunión en México (durante el exilio del director en nuestro país), se acercó a él y le presentó a su esposo, Gustavo Alatriste. La actriz le dijo que él asumiría todos los gastos de su próxima producción si la incluía en su elenco. ¿Y cuál fue esa película? Viridiana. AQUÍ hablamos a profundidad de esta cinta.
Esta película fue tan importante y definitiva para la actriz, que ese fue el nombre que le puso a su segunda hija. La cinta, estrenada en 1961, se llevó la Palma de Oro en el Festival de Cannes.
A este filme le siguieron otros títulos como El ángel exterminador en 1962, una de las obras más icónicas y reconocidas de Buñuel, catalogada como la máxima pieza fílmica del surrealismo. Y por último, Simón del desierto en 1965.
Quizá Viridiana fue su primera producción destacada a nivel internacional, pero fue su interpretación de Diablo en Simón del desierto, la que la puso en la lista de las mejores actrices de su generación, y al mismo tiempo, la consagró en su regreso a México.
Después de este exitoso periodo, Silvia Pinal protagonizó películas en México y algunas coproducciones en países como Brasil, Francia, Italia, Chile y Estados Unidos. En el 67 y 68, apareció en Los cañones de San Sebastián junto a Anthony Quinn y Charles Bronson. También participó en su única producción hollywoodense titulada Shark con Burt Reynolds.
La llegada de Silvia Pinal a la televisión
Conoció a Enrique Guzmán durante uno de los episodios de su programa Los especiales de Silvia Pinal en Televisa. Se casaron en 1968 cuando Silvia Pinal tenía 36 años y el cantante 25. Ese mismo año le entró a la producción y conducción de Silvia y Enrique. La transmisión duró hasta 1972, y fue en este show donde presentaron a su hija, Alejandra Guzmán.
Fue hasta 1985 que tomó la producción y dirección de uno los programas de televisión más populares en México: Mujer, casos de la vida real. Este programa sentó un precedente en los títulos dramatizados, basados en hechos reales. Tal fue su importancia, que con el tiempo sirvió como una forma de denuncia de violencia física y psicológica hacia las mujeres.
