Dentro del mundo de la moda, es muy común que algunas firmas reconocidas se inspiren en diseños de todo el mundo para sus distintas colección. Sin embargo, a veces esa inspiración sobrepasa todo y es cuando muchos comienzan a pensar que en realidad se están volando el trabajo de otros. Justo como lo que está pasando en este momento con las marcas Zara, Anthropologie y Patowl, pues la Secretaría de Cultura las acusó de apropiación cultural.
Esta no es la primera vez que las autoridades mexicanas señalan a una compañía de moda por este mismo motivo. Si ya no se acuerdan, en junio de 2019, la dependencia del gobierno acusó a Carolina Herrera por la misma razón, pues en su colección de Primavera-Verano se inspiraron en nuestro país y utilizaron patrones mexas “sin permiso, sin respeto y sin ninguna consideración económica”. Así que como verán, se toman muy en serio este asunto.
La Secretaría de Cultura pide explicaciones a Zara, Patowl y Anthropologie
El pasado 28 de mayo y a través de un comunicado de prensa, la Secretaría de Cultura mencionó que envió a Zara, Patowl y Anthropologie diversas cartas pidiendo explicaciones por apropiación cultural en diversos diseños textiles. Todo esto alegando que las firmas “han hecho uso” del trabajo creado por las poblaciones indígenas del país. Por supuesto que la cosa no paró ahí, porque exigieron darle el crédito a los artesanos.
Además, piden que “devuelvan los beneficios” a las comunidades creativas” que, según se cree, inventaron las técnicas de bordado y los motivos de los diseños. Las cartas, firmadas por la secretaria, Alejandra Frausto Guerrero, señalan varias prendas de las tres marcas junto a ejemplos correspondientes de algunas piezas creadas por artesanos indígenas de la región de Oaxaca. Ahí les va cuáles fueron los diseños que se fusilaron.
La Secretaría de Cultura pide explicación a las marcas #Zara, #Anthropologie y #Patowl por apropiación cultural en diversos diseños textiles
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— Secretaría de Cultura 🏳️🌈 (@cultura_mx) May 29, 2021
Las prendas por las que acusan a estas marcas
En cuanto a Zara, la Secretaría de Cultura afirmó que la marca española se había inspirado en los símbolos ancestrales y en los vestidos tradicionales “huipiles” producidos por el pueblo mixteco de San Juan Colorado para crear un vestido bordado. Por si esto no fuera suficiente, añadieron que los vestidos suelen tardar al menos un mes en elaborarse. Cabe aclarar que la prensa en cuestión ya no está a la venta en el sitio web de la firma.
Por otro lado, la dependencia mexicana señala que Anthropologie también se voló un diseño indígena en unos shorts que lanzaron al mercado. Dentro de lo que declararon, se trata de un modelo en el que sobresale un patrón con símbolos que recuerdan a los utilizados por la comunidad mixe, en Santa María Tlahuitoltepec. Eso sí, la empresa de moda estadounidense lo andaba vendiendo en 70 dólares –cerca de mil 400 pesos–, una cifra un tanto elevada.
Ya para terminar, a Patowl lo acusó la Secretaría de Cultura por lanzar unas camisetas de “flores casuales” que se inspiraron en las técnicas de bordado de la comunidad zapoteca de San Antonino Castillo Velasco. El gobierno señaló que los bordados florales hechos a mano en las camisas de la marca eran una imitación de una técnica compleja conocida como “hazme si puedes”, e incluyen los motivos de pensamientos de la comunidad.
¿Qué dicen las firmas al respecto?
Hasta el momento de escribir esta nota, ni Anthropologie ni Patowl se han pronunciado al respecto. Sin embargo, Inditex –la empresa matriz de Zara– a través de CNN lanzó un comunicado donde dijo que tenía “el más alto respeto” por la Secretaría y las comunidades dentro de México”, pero añadió que “el diseño en cuestión no fue de ninguna manera intencionalmente prestado o influenciado por el arte del pueblo mixteco”.
Por su parte, la Secretaría de Cultura declaró que la “propiedad colectiva” de las comunidades indígenas había sido “privatizada” por las marcas, y les pidió que crearan un “marco ético” para trabajar directamente con sus artesanos. Ya para terminar, dijeron que estaban actuando para “evitar el plagio por parte de empresas nacionales y transnacionales”, y añadió que esto era para proteger “los derechos de los pueblos nativos que históricamente han sido ignorados”.
