Ya se habían tardado con Ingmar Bergman. En una época en la que reinan los reboots, remakes, secuelas y “nuevas versiones” de historias que nos sabemos de memoria (no es queja… bueno, sólo con algunas), o bien, se consideran clásicos o producciones de culto, ya se habían tardado con Bergman.
Queremos pensar que esperaron un periodo considerable y respetuoso de tiempo porque el director sueco con sus más más de 60 películas, 170 obras de teatro y algunas series para la televisión, fue y sigue siendo infinitamente superior a muchas de las cosas que se hacen en la actualidad. Es una realidad que resulta innegable.
Pero tampoco podemos negar, justamente, esa necesidad apremiante de la industria de recuperar historias y darles un toque moderno para ver si así nos volvemos a salvar del abismo, o mínimo, lo volvemos a intentar. Y aquí radica, creemos, la razón por la cual el guionista Hagai Levi trajo de vuelta a Bergman y su serie Scener ur ett äktenskap (Scenes From a Marriage) de 1973.
Levi está a cargo de una serie original de HBO protagonizada por Oscar Isaac y Jessica Chastain en la que se recupera la historia original de los 70 en la que un matrimonio se fractura de a poco y va cayendo a pedazos. La diferencia entre esta y otras historias de un matrimonio (sin referirnos directamente a Baumbach), es que aquí se revelan de manera inconsciente mil posibilidades, pero se decide no llevarlas a cabo.
Pero esta nota no es para hablar, tan a profundidad, del estreno en la plataforma de Scenes From a Marriage (a partir del 12 de septiembre), sino para ir mediando el valor de la historia por sí misma y su posible impacto en la audiencia de 2021. ¿Por qué? Porque en 1973, Bergman junto a su Marianne y Johan, fueron señalados como los culpables de un aumento en la tasa de divorcios en Suecia…
Scener ur ett äktenskap
El mundo adora a Ingmar Bergman a pesar de ser complicadísimo. Él es responsable de algunas de las obras más bellas e impresionantes en la historia del cine a partir de sus narrativas dirigidas a la inspección del alma. ¿Y pueden creer que esta fue la razón por la que lo rechazaron en su natal Suecia? La gente esperaba ver temas políticos, no historias individuales que además, sugirieran una crisis existencial con puntos religiosos.
Esta última, razón por la cual su cine se suele calificar como “teatral” (un adjetivo mal usado) cuando en realidad la poca cantidad de diálogos fue uno de sus signos más representativos. ¿Y qué sería del teatro sin el intercambio de palabras? Pero eso es otro tema.
Sin embargo, con el tiempo nos dimos cuenta que la individualidad es tan política como la colectividad, e incluso es más peligrosa si consideramos las experiencias como únicas verdades. Así, aquello que consideramos íntimo y personal, es político: el cuerpo, la sexualidad y las relaciones humanas. El matrimonio.
Scener ur ett äktenskap se estrenó en 1973 con Liv Ullman (pareja de Bergman en la vida real) y Erland Josephson como Marianne (Marie) y Johan. Ella es abogada y él poeta. Se gustan, conversan, se conocen desde hace mucho tiempo y aún así, no son felices. Ella es la primera en notar su infelicidad, pero él es el primero en dar el paso definitivo o más obvio de una relación insuficiente al tener una aventura.
Marianne siempre ha cumplido las expectativas de los demás. De su padre que siempre quiso fuera abogada, de su madre para ser dulce y amable. Y de todos los hombres con los que compartió rato. Desde luego, las complacencias aumentan con Johan, su esposo, y lo único que hace es aumentar su insatisfacción a pesar del amor que se tienen.
Un poco de lo que se ve en Scenes From a Marriage viene de lo que vivieron Bergman y Ullman juntos y separados. “Nos hacemos sentir vivos; no hay diferencia si es que duele“, escribió una vez Bergman a Ullman. Una frase que resume su relación –sin matrimonio– y que revela la esencia: el objetivo es el amor en un principio o en un fin. Y en un matrimonio, el amor termina en divorcio. Finalmente, Bergman estuvo casado cinco veces.
La culpa no es de Bergman
En 1973, Scenes From a Marriage una miniserie de seis episodios escrita y dirigida por Ingmar Bergman. Fue todo un éxito. Algunos especialistas y expertos en el director dicen que los miércoles en las noches, las calles en todo Suecia estaban vacías esperando ver el nuevo episoido de la serie. Se dice que más de la mitad de la población vio la serie.
Su historia, los personajes y sus conversaciones fueron tan populares e impactantes, que se dice amentaron los casos de divorcio en todo el país. La política que le pideron durante tanto tiempo a Bergman, se les salió de las manos. Scenes From a Marriage, aparentemente, le dio a las y los esposos la oportunidad de decir lo que pensaban, de confesarse.
Para que se den una idea, la serie trataba el tema del aborto de una manera que hoy sigue siendo “extraña”. Marianne le dice a Johan que está embarazada, a lo que él le pregunta si quiere abortar. Ella le dice que la decisión la deberían tomar entre los dos, con honestidad, mientras él asume que la última palabra la tiene ella. En 1973.
No hay cifras, en realidad, que respalden la historia de los divorcios. Se ha analizado la situación y se ha llegado a la conclusión de que la gente vio Scenes From a Marriage más como un documental y no como una ficción. Se planteó como solución que hubiera una guía: clases, pláticas, un servicio telefónico o una entrevista con Bergman para explicar las cosas. El número del director era público, y la gente lo llamaba para pedirle consejos maritales. Fue una locura.
Por eso no es de extrañarse, o es inevitable descubrir que a partir de esto, las autoridades le dieron un trato hostil al director al grado de que se exilió en Alemania durante varios años. En 1976, se acusó al director de evaciónn de impuestos, por lo que fue arrestado en Estocolmo y se le prohibió salir del país. En cuanto se desestimaron las acusaciones, Bergman voló a Alemania y se quedó hasta 1983.
Scenes From a Marriage
Como les contamos, Hagai Levi recuperará esta historia con Isaac y Chastain como Jonathan y Mira, una pareja que se conoce en la universidad y que lleva 10 años de matrimonio. Él es un profesor de filosofía y ella es una directiva de una enorme compañaía de tecnología.
Parecen tener una relación sólida que encaja bien en lo que creemos debe ser un matrimonio feliz. Sin embargo, ella le dice a su marido que no es feliz, y todo comienza a derrumbarse. En cinco episodios que estarán disponibles cada domingo en HBO Max, Jonathan y Mira conversan, se pelean, gritan, hacen el amor, se odian, se aman y coinciden en un divorcio.
Las primeras críticas apuntan a que no se trata de una versión moderna, sino una traducción bien hecha porque quizá las relaciones maritales poco o mucho han evolucionado y esas conversaciones se mantienen, aún, en el silencio. En lo que coinciden todos es que Oscar Isaac y Jessica Chastain soportan todo el peso de la historia en uno de sus mejores trabajos.
La duda es, ¿cuál será el impacto de Scenes From a Marriage en una audiencia de 2021?