The Death of Stalin es una película satírica dirigida por el escocés Armando Iannucci que retrata cómo los camaradas más cercanos a Stalin luchan por el poder y el mando único después de la muerte de éste en 1953. Sin duda, es un tema delicado si consideramos el hecho de que Rusia, ese hermoso y enorme frío país, continúa mencionando en su discurso a este líder.
Y como también es famoso por sus prohibiciones y sus políticas ‘conservadoras’, (para no perder la costumbre), el Ministerio de Cultura de la Federación Rusa liderado por Vladimir Medinsky prohibió el estreno y la proyección de esta cinta para evitar que la audiencia, en pocas palabras, se burle del máximo líder comunista acusado de ser responsable de millones de ejecuciones pero también adorado por su participación en la Segunda Guerra Mundial y la intervención de Ejército Rojo durante la ocupación nazi.
The Death of Stalin, protagonizada por Steve Buscemi, Simon Ruselle Beale, Jason Isaacs, Rupert Friend, Paddy Considine, Michael Palin y Andrea Riseborough se iba a estrenar el 25 de enero; sin embargo, dos días antes y después de una proyección especial para algunos políticos y personas involucradas con la cultura, el ministerio decidió retirar la licencia para presentar el filme.
El cine ruso Pioneer desafió la orden del gobierno ruso y decidió proyectar la película en la capital del país. Ella Katz, una mujer que incluso fue al funeral de Stalin dijo: “El filme no me parece ofensivo. ¿Cómo podría serlo?, ¿cómo?… La realidad fue más terrorífica de lo que sucede en la cinta”.
Alguna vez, Vladimir Putin dijo que “demonizar” a Stalin representaba un ataque directo contra Rusia. Así que una película completa donde satirizan las circunstancias políticas después de su muerte, no iba ni será bien recibida por el gobierno ruso. “Todos ustedes pueden besar mi trasero ruso”.