Por: @ruleiro
Vuelta por el universo
Una colección quincenal de cosas que leer, ver, escuchar, comer y evitar.
Gimme Danger
Dirigido por Jim Jarmusch
Amazon Prime
Soy suscriptor mas o menos reciente de esta plataforma de streaming. Y por ello, a pesar de que no se trata de una novedad, quisiera hablar de la que me parece una de las mejores películas de su catálogo, la cual apenas vi.
Pocos directores tienen las credenciales musicales que tiene Jim Jarmusch. Estamos hablando de un hombre que ha reclutado a Neil Young para que le escriba un score (Dead Man), él ha puesto a cuadro al genial John Lurie (búsquenlo, se los recomiendo mucho), a Tom Waits (Down By Law), a GZA del Wu Tang Clan (en Ghost Dog) y los White Stripes (Coffee and Cigarrettes), y ha musicalizado sus películas con su propia banda SQÜRL (Only Lovers Left Alive). Quizá por eso hay que tomarlo en serio cuando dice que desde su punto de vista Iggy & The Stooges es la banda de rock más importante de la historia.
Y para demostrarlo, decide hacer este documental en el que cuenta la fascinante historia de este conjunto que pese a su poco éxito acabó teniendo una influencia brutal en cualquier cantidad de bandas. Sí, estamos viendo a la banda a través de la mirada de un tipo que está enamorado de su música y quizá eso le resta objetividad. ¿Y qué diablos?
La cinta tiene —al igual que el grupo— al gran Iggy Pop como voz principal. Él se encarga de contar la historia de manera más o menos lineal, con apariciones de quienes fueron sus compañeros durante la breve pero explosiva vida de los Stooges.
Estamos ante una biografía, en la que la incomprensión que sufrió la banda es una constante. Buena parte del público que enfrentaron durante sus pocos años de vida, nunca supieron que estaban viendo en tiempo real era a unos tipos destruyendo el rock destruirse para luego volverlo a construir. Su disquera, Elektra, tampoco supo que hacer con su música y tras dos álbumes decidió tirar la toalla. El grupo corrió la misma suerte que casi todos los artistas que se atreven desafiar expectativas, a imaginar nuevas rutas que recorrer, a tratar al público como seres pensantes con la capacidad de entender algo nuevo: el fracaso inevitable.
Es interesante cómo lo que plantean, su sonido abrasivo y bizarro —al menos a finales de los 60— no es obra de la casualidad o de la ineptitud, sino un acto consciente, una respuesta directa a sus inquietudes, a sus pasiones y al lugar y momento en el que les tocó vivir. También me parece valioso cuando explican porqué sus canciones son lo que son, que las inspiran, de que están hechas. No quiero echarles spoilers, pero hay buenas sorpresas, como el rol de Nico en el ecosistema del grupo y la opinión no muy favorable que expresa Iggy sobre su gran amigo David Bowie. Melómanos del mundo, vean este documental.
Además de su valor didáctico es muy emociónate, tiene imágenes geniales, material de archivo excelente, está armado con gran habilidad y sirve como excusa para volver a escuchar y gozar a una de las bandas seminales del siglo pasado. Y si después de verlo quieren ir a escuchar a Imagine Dragons, significa que ya no tienen remedio.
Aquí les dejo una sesión de preguntas y respuestas con el cineasta y el cantante:
Y este es el avance, para que se les enchine el cuero.
Por favor mátame. La historia oral del punk.
Legs McNeil (y otros autores)
Libros Crudos
Si están interesados en leer mas sobre Iggy y The Stooges, lo que hubo antes (Velvet Underground, The Doors) y lo que hubo después (Ramones, Talking Heads y cientos de cosas mas), les recomiendo este libro. Es un relato coral (armado, literalmente con cientos de entrevistas) que cuenta el nacimiento de esa música que entendemos como punk. McNeil, fue, de adolescente, editor de la revista Punk, que tenía como misión primordial documentar a las nuevas bandas que surgían en Nueva York (o visitaban la ciudad) a finales y mediados de los 70. Estuvo ahí.
Conoció de primera mano a los protagonistas de la revolución musical más significativa desde que se inventó el rock. Su investigación es muy completa y no solo le da voz a los músicos de esa movida, sino que también toma en cuenta las opiniones de periodistas, managers, disqueros, promotores, groupis y metiches, para armar un retrato bastante completo, lleno de detalles.
Y como les decía al comienzo, la historia no empieza en el escenario del legendario CBGB o con la chamarra de cuero negro de Joey Ramones, sino mucho mas atrás, con la música subterránea y sin concesiones de Velvet Underground. Lo que muestra este libro son los hilos, muchas veces invisibles, que van uniendo los destinos de diferentes bandas, sus acercamientos sociales, musicales y la influencia que tienen unas sobre otras. Es, de verdad, una obra maestra del periodismo musical que no ha envejecido nada a pesar de haber sido publicado originalmente hace poco mas de 20 años.
Un consejo final: la edición en inglés es mucho mas fácil de conseguir y económica que la traducción a nuestra lengua.
UNKLE
Psyence Fiction
Mo’Wax (1998)
El Internet todo el tiempo nos está recordando efemérides musicales. Supongo que las notas sobre los aniversarios de nuestros discos favoritos deben generar algunos clicks. Hace unos días algún portal de música hizo lo propio con el Psyence Fiction, el monumental disco debut de UNKLE que por estos días anda cumpliendo 20 años de edad. La nota no solo me hizo recordar el momento preciso en el que compré mi copia —el mismo día que salió a la calle, pues andaba de paseo por Inglaterra— y quien era uno en esos tiempos (básicamente una versión mas rudimentaria del mismo inepto), sino que también me hizo volver a escucharlo de principio a fin, cosa que no hacía en lustros. ¡Carajo! ¡Qué maravilla de disco!
Creo que lo disfruté mas ahora que cuando salió. Los años le han caído bien. En aquel entonces lo aplastó la expectativa. Primero por ser la unión de dos mentes de avanzada. Por un lado el gran James Lavelle, fundar del sello de hip hop abstracto Mo’Wax y mediador, en Inglaterra, de mucho lo que se consideraba cool: sneakers, grafiti, juguetes japoneses coleccionables. Por el otro lado, DJ Shadow, que unos años antes había sacudido al mundo con su Endtroducing.
A eso habría que sumarle el calibre de los invitados: Thom Yorke, Richard Ashcroft (que en aquellos tiempos era una auténtica súper estrella), Mike D de los Beastie Boys, un chaval entonces prácticamente desconocido llamado Badly Drawn Boy y hasta Jason Newsted de Metallica. Luego, en la siguiente edición, se agregó la colaboración, nada menor, de Ian Brown, que también fue sencillo. La formula, o algo similar, posteriormente fue replicada, con mayor éxito, por Gorillaz.
En aquellos tiempos me pareció mucho ruido y pocas nueces. Obviamente tiene canciones que desde entonces fueron impactantes, como “Rabbit In Your Headlights”, la pieza con Yorke, o “Lonely Soul” con la voz de Ashcroft. Pero otras, la mayoría, me parecían sin chiste, su nivel muy lejos de las que ya mencioné. Mea culpa: no lo entendí. Su eclecticismo es una virtud. A lo mejor yo estaba esperando una rola que sonara a Radiohead y a los Beastie Boys al mismo tiempo (que sigue siendo buena idea) y no tuve el buen gusto de apreciar sus instrumentales pachecos krautrockeros hip hoperos. Lo mismo pasó con buena parte de la crítica especializada: no le agarraron la onda y lo acusaron de ser mas ambicioso que otra cosa.
A la distancia parece un álbum de DJ Shadow —mucho scratch, mucho sampleo, muchas cuerdas melodramáticas, mucho misterio— pero de alto presupuesto lo cual no puede ser malo nunca. Es imaginación pura, tema tras tema. Es desafío constante al que lo escucha. Es una pieza arriesgada que lejos de marchitarse, florece. Vuelvan a escucharlo. O, si no lo han escuchado —que envidia—, denle una vuelta. Déjense sorprender.
Y por cierto, ya viene un documental con la historia de este álbum y la del mítico sello Mo’Wax, The Man From Mo’Wax. Este es el avance. Se ve bien. A ver si explica porque después de este disco la relación entre Lavelle y Shadow se fue al caño.
