La cosa está delicada, sobre todo para aquellos que alguna vez en su vida se atrevieron a hacer un comentario, post o tuit de mal gusto. Y no hay justificación, hay chistes que no se cuentan solo y resultan totalmente innecesarios; sin embargo, vale la pena analizar la situación, el contexto y la personas que realizó algún comentario ofensivo para determinar si procede un castigo o no.
Actualmente, Hollywood no perdona. Desde que salió a la luz los más de 20 años de ofensas sexuales que el productor Harvey Weinstein cometía contra las mujeres en la industria del cine, todo mundo se ha postulado para establecer las bases de lo que es políticamente correcto y qué está descartado al grado de terminar con la carrera de alguien. Sin embargo, ¿quién podría establecer con seguridad algo que es, en algunos casos, totalmente subjetivo? Es decir, basado en las experiencias personales.
Los chistes sobre pedofilia o abuso infantil, así como violencia de género contra mujeres, antes formaban parte de un extraño humor negro y desagradable que algunos manejaban como parte de un show. Ahora, ni pensarlo. Si está bien o está mal, dependerá de cada uno, pero las grandes firmas que manejan la industria, al menos la del cine, dicen que es incorrecto y amerita un castigo. El primer ejemplo de esto fue Roseanne Barr, protagonista de la comedia Roseanne de la ABC, quien después de tuitear un comentario racista sobre Valerie Jarrett, la despidieron y cancelaron su programa.
El segundo ejemplo es James Gunn, director de las primeras dos entregas del universo cinematográfico de Marvel, Guardianes de la Galaxia. Aquí la cosa es más complicada: mientras Roseanne hizo un comentario racista en medio de una atmósfera hostil con un hombre como Donald Trump a la cabeza de un país que ha dado señales de intolerancia y odio, Gunn hizo algunos comentarios desagradables hace muchos años.
Antes, Gunn era un tipo irreverente, provocador y medio idiota que hacía comentarios ofensivos para que la gente hablara sobre el tema. Por eso, hace un tiempo, antes de involucrarse como director y guionista de Marvel, decidió burlarse de la pedofilia, las violaciones, la homofobia y temas que han puesto en alerta a las sociedades por su incremento en los últimos tiempos. Por esto, Disney decidió cortar toda relación laboral con él y dejarlo fuera de la producción de Guardianes de la Galaxia Vol.3, la cual comenzaría a finales de este año para un estreno programado en 2020.
Ahora, por si las moscas y para que no se preste a una interpretación equivocada de las palabras y el contexto, Rian Johnson se fue a su cuenta oficial de Twitter y eliminó más de 20 mil tuits… 20 mil. El director y escritor de The Last Jedi, borró todas sus publicaciones hechas antes del 25 de enero de este año.
Después del estreno de esta cinta a finales de 2017, Johnson fue señalado por muchos fanáticos de la saga de Star Wars por las decisiones en la historia que tomó como el hecho de que Luke Skywalker, un jedi total, le diera la espalda a Rey. Este tipo de cosas lo pusieron en medio de un debate que iba a los puntos más altos de los fanáticos en defensa de su historia, a los más bajos atacándolo de destruir el legado de Lucas. Los ataques fueron tan fuertes en algunos casos, que la actriz Daisy Ridley decidió eliminar en su totalidad su cuenta de Twitter. De hecho, cuando en un evento habló sobre la necesidad de establecer leyes para el control de armas, la llamaron hipócrita por protagonizar un filme “violento”.
La actriz Kelly Marie Tran también eliminó sus cuentas en diversas plataformas sociales cuando fue objeto de insultos, comentarios racistas y sexistas por su participación en el filme y el personaje que interpretó.
Ante algunos ataques, Johnson siempre fue muy selectivo al decidir a quién responder. Entonces, ¿por qué eliminó más del 90 por ciento de sus publicaciones? De acuerdo con el canal de YouTube John talks Star Wars, Johnson pasó de 22 mil 300 tuits a sólo mil 126. Las razones siguen siendo desconocidas, pero varios –sino es que todos– han considerado la posibilidad de que se deba po lo de James Gunn. Es decir, un miedo por parte de algunas figuras públicas por ser acusados y castigados por algo que sucedió en el pasado en un espacio donde generalmente la gente tiene libertad de expresarse con el lenguaje que quiera.
De acuerdo con Disney, los comentarios de Gunn no representan de ninguna manera los valores que la compañía quiere proyectar; sin embargo, también se debe considerar el hecho de que fueron hechos, como mencionamos, años antes de que el director y escritor comenzara a colaborar con Marvel.
Ahora bien. Hay algunos actores o directores que han tomado la decisión de eliminar publicaciones anteriores con la intención de darle una nueva imagen a sus redes sociales. Blake Livley, como parte de una promoción para su cinta, lo hizo. Lo mismo la cantante Brooke Candy, quien eliminó todo de su cuenta de Instagram para anunciar el lanzamiento de un nuevo material.
La pregunta no es por qué Johnson decidió eliminar más de 20 mil tuits, pues las razones pueden variar. Sino saber si estamos ante una nueva cacería de brujas…