Este 2017 celebraremos el 20 aniversario del lanzamiento del primer Resident Evil, juego que revolucionó el género del Survival Horror en la época del primer PlayStation.
Tomando los mejores elementos del clásico de PC, Alone in the Dark, Shinji Mikami y Hideki Kamiya, crearon uno de los títulos más memorables de la época en la que los polígonos estaban desbancando a los pixeles.
Y en los siguientes dos años, continuaron con la historia de la terrible corporación Umbrella y la trágica devastación de Racoon City. Viendo el inmenso éxito de los tres juegos de Resident Evil, Hollywood decidió arriesgarse y empezaron las pláticas con Capcom, para hacer una película basada en su franquicia.
A pesar de que quedaron algo escamados con el fracaso que fue, Street Fighter: The Movie, en Capcom se animaron a hacer este proyecto después de que el padre santo de todos los zombis, George “Goddamned” Romero, dirigiera el comercial para el lanzamiento de Resident Evil 2.
Fue así que en 1999, Sony y Capcom aprobaron que George A. Romero escribiera y dirigiera esta adaptación. Sin embargo, el guión del legendario director no más como que no les pareció muy bueno.
La historia de Romero, prácticamente sería muy parecida a lo ocurrido en el primer juego. Con la diferencia de que Chris Redfiled no sería un miembro de los S.T.A.R.S, sino un granjero que vivía en las cercanías de la mansión Arklay.
Por alguna razón que nunca se ha explicado del todo, Capcom despidió a Romero –algo curioso si tomamos en cuenta que en la trilogía original, siempre se le daba un agradecimiento especial al director– y en si lugar, Sony contrató a Paul “cómo te aborrezco” W.S. Anderson.
Anderson, a quien todos recordaban por las películas de Mortal Kombat, no solo se dedicó a escribir la película, ya que además acabó como su director. Tomando elementos del primer juego, el guión de Anderson estaba más centrado en la acción y para atraer a una nueva audiencia, desecharía a todos los personajes del juego original.
Mientras que muchos pensaron que esto era un sacrilegio, Anderson admitió que no habría una buena forma de representar a los personajes del juego, y que de todos los títulos de Capcom, Resident Evil merecía una buena representación en la pantalla grande. Lástima que esto se le olvido a partir de la tercera película.
Fue así que en 2001, iniciarían las grabaciones de Resident Evil. Con un elenco conformado por nombres como el de Michelle Rodríguez, James Purefoy y quien se convertiría en la esposa de Anderson, la guapa y carismática Milla Jovovich, el director llevó a cabo su visión.
Mientras que en la original, un equipo de fuerzas especiales de la policía de Racoon City, es mandado a investigar la desaparición de algunos de sus miembros en las cercanías de las montañas Arklay; la película optó por reemplazar a los S.T.A.R.S por un grupo de seguridad de la misma empresa Umbrella.
Esto, debido a que hubo una brecha en la seguridad del laboratorio escondido en las entrañas de Racoon City (en vez de la Mansión Arklay). La Inteligencia Artificial, Red Queen, encargada de mantener segura esta instalación nombrada como “La Colmena”, iniciaría un protocolo de seguridad para evitar que el Virus-T, se dispersara fuera del laboratorio, atrapando a todos sus empleados y transformándolos en zombis.
Mientras, en la mansión que escondía la entrada al laboratorio, una mujer de nombre Alice, despierta sin recordar quien es y porque se encuentra en la mansión. Antes de que pueda investigar más a fondo, un grupo de fuerzas especiales de Umbrella arriba al lugar y diciéndole que ella es una empleada de la compañía, la llevan a La Colmena, en donde deberán enfrentarse a una ola de muertos vivientes y algo aún mucho peor.
En cierta manera, la película comparte la premisa del juego de manera muy libre. Sin embargo, varias de las situaciones hacen referencia al título de Capcom.
Sin embargo, fuera de los nombres de Umbrella y Virus-T, uno podría confundirla con cualquier película de zombis o de acción.
Pero uno de los mayores cambios que marcarían el rumbo de esta serie de películas, sería la introducción de Alice, quien se convertiría en la protagonista de cada uno de los siguientes 5 filmes…
En un inició, ella solo era una especie de guardia especial, pero después de la primera película, su personaje se fue transformando en una especie de Mary Sue que simplemente podía con todo y con todos, quitándole cualquier sentido de suspenso a la serie.
Entre otros cambios que se hicieron, fue que en vez del Tyrant, el monstruo final fuera una versión exagerada de un Licker, criatura que se convertiría en la mascota no oficial del juego de Resident Evil 2.
A pesar de que intentan llevar ciertos puntos de la trama del juego, la película está plagada de errores argumentales que hacen notar las deficiencias de Anderson como narrador de una buena historia.
Por ejemplo, se supone que Umbrella manda a su equipo de fuerzas especiales para que investiguen que fue lo que sucedió… ¿por? Si son capaces de crear una maldita Inteligencia Artificial, ¿cómo es que no tuvieron algún registro de lo ocurrido? Se supone que la Reina Roja solo quería avisar a la compañía lo ocurrido… ¿qué demonios la detuvo de hacerlo?
Y como este, hay varios ejemplos que lo único que hacen es que uno se rasque la cabeza.
Aunque, sin lugar a dudas, esta es la mejor película de la franquicia y la razón de esto es muy simple: no había ningún personaje del juego.
Pero como los fans se pusieron pesados por la falta de Chris y Jill, a partir de Resident Evil Apocalypse, Anderson empezó a incorporar a los personajes del juego. Vaya que tenía razón al decir que no era capaz de representarlos, ya que en cada nueva película para lo único que servían, era para hacer ver mejor a Alice…
En fin. Al menos, este martirio acabara la próxima semana con el estreno de Resident Evil: The Final Chapter. Esperamos que Anderson se tome un tiempo y en vez de querer adaptar otra franquicia de Capcom (Monster Hunters), regresa a hacer una película de terror como Event Horizon, la cual a pesar de verse cortada y editada de manera muy salvaje por el estudio; es bastante interesante.