Una vez más, como siempre, como cada final de temporada, como cada capítulo, como todo en la vida, Netflix nos dejó con ganas de más y con muchas, MUUUUCHAS preguntas y sobre todo una sin resolver: ¡¿DÓNDE ESTÁ MARCELA?! En el final de temporada de la serie de Luis Miguel, aparecen muchas cosas que durante 13 capítulos se fueron colocando de manera estratégica hasta que finalmente todo tomó forma para darle un buen cierre pero sobre todo, para generar mucho más expectativa.

Con esto decimos que desde un principio, la única incógnita que vino a nuestras mentes fue: ¿En serio Luis Miguel fue tan desalmado como para no importarle que su padre estuviera muriéndose y siguió con su concierto en Paraguay?; y por supuesto las clásicas, las que todo el mundo se pregunta: ¿Dónde está Marcela, qué le pasó? ¿Acaso Luisito Rey fue el que la mató? ¿Está loca y perdida en Argentina? Pues bien, de todas estas solo una tuvo respuesta, y esa fue que El Sol no fue tan desalmado como se pensó en un principio, sino todo lo contrario.

Después de haber rechazado a su papá y a su pierna de jamón, Luis Miguel siguió en la constante búsqueda para encontrar a su mamá, Marcela Basteri, quien de últimas y por lo que se puede ver en la serie, fue citada por Luisito Rey en Las Matas para que se pusieran de acuerdo para viajar a Chile y así ella pudiera ver a Micky, quien se encuentra en dicho país dando una presentación en Viña del Mar, su debut en este festival tan importante dentro de la música latina. Cuando Luisito está esperando a su esposa, se encuentra con Tito, quien algo temeroso le pregunta a su primo si está seguro y después él se va. Pero a la vuelta de los años y a punto de morir, Luis Rey de nueva cuenta muestra su lado despiadado y egoísta al pedirle a Tito que no diga nada sobre lo que ocurrió con Marcela, que será él el encargado de decírselo “al niño”.

¿Y así fue? Lamentamos decir que no. Una vez más Luisito Rey aplicó un Luisito Rey y solo se limitó a decirle a Luis Miguel “tú ya sabes dónde está”, para después morir a causa de cirrosis hepática, una enfermedad que según en este episodio, ya la padecía desde hace un año, o sea desde 1990.

Pero bueno, no todo estuvo taaan perdido, ya que Hugo López, uno de los personajes con los cuales los fans se han encariñado por su manera de ver la vida y por ser el padre que Luisito Rey jamás pudo ser con LuisMi, llegó al hospital en Madrid con un sobre amarillo para dárselo y darle la esperanza del paradero de Marcela. El sobre, como era de esperarse, no se abre, y llegó a las manos de Hugo por parte de la agencia de investigación israelí, El Mosad.

En cuanto a la hija de Luis Miguel -a.k.a. Michelle Salas– aparece una foto de ella pequeña y de hecho Issabela Camil viaja a Estados Unidos para conocerla en persona. Ante esto Luis Miguel sigue sin estar seguro de si sí es su hija o no -y eso que en la foto se ve que son igualitos-, pero está seguro de no querer repetir los errores de su padre y enfrentar su paternidad en caso de ser cierta, según dice, pero todos sabemos que así fue… 18 años después.

En fin, ahora solo queda esperar para que sepamos, si es que Luis Miguel y Netflix quieren que se sepa o que se altere aunque sea un poco esa realidad o mito que se ha ido construyendo en torno al cantante y a su madre, sobre su paradero, sobre esa paternidad y esa relación de tantos años con Issabela Camil, que se verán en la segunda temporada de Luis Miguel: La Serie.

Ahora solo podemos decir: Pero no, no nos puedes dejar así…

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