Más allá de los escándalos que han surgido en torno a Quentin Tarantino y su encubrimiento al acoso sexual de Harvey Weinstein, existe un director de cine con una genialidad que ha creado obras de arte como Reservoir Dogs (1992), Pulp Fiction (1994) y Kill Bill Vol.1 y Vol. 2 (2003, 2004). Sin embargo, más allá de éstas o de Inglorious Basterds (2009) y Django Unchained (2012), hay otras dos cintas de las que sí, casi nadie habla pero que por sí solas han logrado ser creaciones muy muy buenas.
Jackie Brown
Hablaremos primero de Jackie Brown, película estrenada en 1997 y que muchos aseguran es la “menos Tarantiana”. ¿La razón? Una película larga, de narración pausada, diálogos interminables, personajes maduros y completamente opuesta a lo violento y sangriento de sus antecesoras. Al menos eso era lo que aseguraban algunos, mientras que otros decían que Jackie Brown reflejaba la modernidad estadounidense, y que era una de las producciones mejor logradas de Quentin.
Esta cinta está basada en la novela o mejor dicho, el best seller de Elmore Leonard, cuyo argumento es de una azafata de vuelo que necesitada de dinero, comienza a trabajar para un traficante de armas que es buscado por la policía. Todo parece ir bien hasta que un día es sorprendida en la aduana y acusada de tráfico de drogas. Para evitar ser aprehendida, la policía le da la opción de ayudarles a atrapar el traficante, y he ahí donde comienza el dilema y la acción.
Death Proof
Después está Death Proof, una verdadera joya que apareció 10 años después de Jackie Brown y que además refleja fielmente la obsesión de Tarantino por la cultura pop y el cine sesentero.
Además, esta cinta es parte de Grindhouse, un título colectivo que trata de la experiencia de proyectar sesiones dobles de películas exploitation en los cines “grindhouse” en Estados Unidos y que contó con la proyección de la cinta de Robert Rodríguez, Planet Terror.
Este filme también aborda, además del género exploitation, el slasher y los muscle cars. En su trama, Kurt Russell da vida a un doble de acción de películas de Hollywood especializado en escenas peligrosas con coches. Al mismo tiempo están tres amigas que conducen hacia Austin, Texas, para celebrar el cumpleaños de una de ellas. En ese lapso se encuentran con una enemiga de la infancia y es allí cuando las cuatro son analizadas y perseguidas por Kurt, quien resulta ser un psicópata especialista que asalta chicas jóvenes y luego las asesina con su auto.
Aquí muchos aseguraron que esta película tuvo fallas en el ritmo, pues la introducción de la historia resulta tosca y en algunos puntos aburrida y además no es tan habilidosa en la narración. Pero esto no solo lo dicen los fans y la crítica, sino Tarantino mismo, quien en algún punto aseguró que fue el peor filme que había hecho. Bueno, digamos que después llegó The Hateful Eight. Sin embargo cierto es que Death Proof es una cinta de culto y que solo los verdaderos fans de Tarantino sabrán que vale la pena ver… aunque sea una vez en la vida.