Perros de Reserva (1992), el debut como director de Quentin Tarantino, habla sobre un robo de diamantes por parte de una pandilla de ladrones vestidos con traje y nombrados por colores que termina en una masacre porque “alguien”, un infiltrado, da aviso a la policía. De forma magistral, Tarantino habla sobre confianza y fidelidad.
Pues bien, tal parece que el famoso director se ha convertido en un personaje junto a Harvey Weinstein pero, ¿quién podría acusarlo de soplón con un tema tan delicado como ese cuando, en realidad, estamos hablando de una denuncia? Quizá, él mismo se habría acusado y decidió guardar silencio como todos los que trabajaron o estuvieron cerca del productor.
En otras palabras: Quentin Tarantino sabía lo que hacía Weinstein y no hizo nada. “Sabía lo suficiente como para hacer más de lo que hice. Eran más que rumores normales, o chismes. No eran de segunda mano. Sabía que había hecho un par de esas cosas”, dijo en entrevista con The New York Times.
Una de las actrices víctimas de Harvey fue Rose McGowan, quien trabajó con Harvey, Robert Rodríguez y Tarantino en Grindhouse en 2007.
Quentin también dijo que fue advertido sobre el comportamiento de Harvey con Rose e incluso, con su propia ex novia, Mira Sorvino, quien denunció que su carrera, después de un episodio desagradable con el director, se vio afectada. Cuando Mira le contó lo sucedido, Tarantino sólo se sorprendió y pensó que “estaba coqueteando porque estaba enamorado de ella …”.
¿Cuál es la realidad? Que la carrera de Tarantino prácticamente fue moldeada por Harvey. Finalmente, juntos han acumulado un montón de éxitos fílmicos; son 25 años de amistad los que respaldan el secreto que guardó: “Ignoré los incidentes. Todo lo que diga ahora sonará como una excusa patética”.
¿También tenía miedo de perder su carrera como las más de 40 mujeres que han denunciado acoso?