Un cuarto de siglo, dos décadas y un lustro, 25 años… las maneras para decir o contabilizar este lapso son múltiples, pero más allá de eso está la sorpresa o mejor dicho lo increíble que es que después de tanto tiempo todavía recuerdes lo mucho que una cinta cambió tu mundo y sobre todo, que la existencia de los dinosaurios fuera un hecho no histórico, sino futurista. A partir de esta premisa es que recordamos a Jurassic Park, una de las cintas de ciencia ficción por excelencia perteneciente a Steven Spielberg, que llegó a la pantalla grande un 11 de junio de 1993, cuando todavía no había tecnología de punta para crear efectos especiales impresionantes, cuando el internet y las redes sociales no gobernaban la forma de comunicarnos y sobre todo, cuando las cosas que veíamos en la pantalla realmente nos ponían los pelos de punta… especialmente ese T-Rex hambriento y persiguiendo a los humanos en una tormenta nocturna.
Otra cosa que también es importante mencionar, es que Jurassic Park, estuvo basada en el libro con el mismo nombre y que Spielberg decidió adaptar a la pantalla grande. Con ello, no solo logró continuar con su buena racha de películas de ciencia ficción, sino que la colocó dentro del listado de filmes más taquilleros de todos los tiempos, esto sin mencionar el gran logro tecnológico de la época para lograr que todos los dinosaurios tuvieran movimiento.
Por esto y mucho más es que vale la pena rendirle honor a este filme, que posteriormente contó con otras dos entregas, The Lost World: Jurassic Park (1997) y Jurassic Park 3 (2001), y que tras el estreno de ésta y muuuchos años después, llegó Jurassic World (2015), una cinta protagonizada por Chris Pratt y Bryce Dallas Howard en la que ambos vuelven a darle vida a un mundo que se creía perdido y que ahora, con Fallen Kingdom, presentan una nueva premisa de estos seres: su llegada a la ciudad o mejor dicho, al mundo real más allá de la isla.