Lo que necesitas saber:
La historia de los Höss después de la Segunda Guerra Mundial es igual de atractiva que en 'The Zone of Interest'. Y esto pasó con ellos.
No cabe duda que además de llevarnos a mundos fantásticos, el cine puede reflejar algunas de las situaciones más crudas de hechos históricos de la humanidad. Y recientemente el ejemplo perfecto de esto último es The Zone of Interest, una película que nos trae otra impactante visión sobre la Segunda Guerra Mundial.
Dirigida por Jonathan Glazer, basada libremente en la novela homónima del escritor británico Martin Amis y nominada a Mejor Película Internacional en los Oscar 2024, esta cinta nos cuenta la historia de la familia Höss, quienes vivieron junto a uno de los lugares más atroces del Holocausto. Sin embargo, a excepción del patriarca, nadie sabía lo que ocurría a su alrededor.
La escalofriante historia de los Höss, los protagonistas de ‘The Zone of Interest’
The Zone of Interest tiene como protagonista a Rudolf Höss, quien fue el comandante del campo de concentración de Auschwitz, uno de los centros de exterminio donde lamentablemente murieron millones de inocentes, entre personas de origen judío, polaco, prisioneros de guerra, comunistas y disidentes del régimen nazi.
Junto a su esposa Hedwig y sus cuatro hijos (Klaus, Heidetraud, Inge-Brigitt, Hans-Jürgen y Annegret), Rudolf se instaló en una acomodada casa con jardín y alberca ubicada apenas a 200 metros de las cámaras de gas. De hecho, solo un muro separaba la tragedia de la maravillosa vida de los Höss, una realidad bastante macabra.
Después de la guerra y la caída de la Alemania nazi de Hitler, Rudolf Höss cambió su nombre por el de Franz Lang y huyó, tomando otro camino y mandando a su familia a otra ciudad distinta para evitar que las fuerzas aliadas les hicieran algo. Mientras tanto, trabajó como jardinero y llevó una vida “tranquila”.
Sin embargo, Hedwig fue arrestada el 8 de marzo de 1946 por los británicos mientras en trabajaba en una fábrica de azúcar, quienes la amenazaron con ser deportada a Siberia junto a sus hijos si no cooperaba con ellos. Al final, luego de negociar su libertad y la de su familia, reveló la ubicación de su marido y el 11 de marzo del mismo año, Rudolf fue capturado, acusado del asesinato de cerca de tres millones de personas.
Finalmente, luego de los Juicios de Nuremberg (donde los Aliados juzgaron a personas clave dentro de la Alemania nazi) y más tarde comparecer ante el Tribunal Nacional Supremo de Polonia, Rudolf Höss fue condenado a muerte.
El 16 de abril de 1947, lo ejecutaron en la horca, muy cerca del crematorio del campo de Auschwitz y la casa que ocupó con su familia durante los años que dirigió este terrible lugar. Por si esto no fuera suficiente, a la ejecución asistieron alrededor de 100 testigos, entre ellos antiguos prisioneros cuyas vidas arruinó.
El camino de la familia Höss después de la muerte de Rudolf
Luego de la muerte de Rudolf, los Höss decidieron no volver a hablar del tema y darle vuelta a la página para iniciar una nueva vida. Sin embargo, tuvieron que pasar por situaciones complicadas, como hambre, robar carbón para calentarse y de plano no tenían zapatos. A partir de ahí, Hedwig, Klaus, Heidetraud, Inge-Brigitt, Hans-Jürgen y Annegret no volvieron a ser los mismos.
De entrada, cada quién tomó su rumbo. Hedwig buscó rehacer su vida en Alemania, donde se volvió a casar y más tarde se mudó a Estados Unidos con su nuevo esposo. Son pocos los detalles hay sobre qué pasó con ella, pero se sabe que vivió tranquila en Washington hasta su fallecimiento (que no está claro si murió a los 81 o 90 años).
Por su parte, el hijo mayor de los Höss, Klaus fue quien ayudó a sacar adelante a su familia hasta que emigró con su esposa alemana Lisolet (mejor conocida como Lilo) a Australia. Klaus y Lilo se quedaron en Sidney, donde criaron a su única hija, Christine, aunque más tarde se divorciaron. A mediados de la década de los 80, Klaus falleció a causa de una cirrosis hepática provocada por el abuso en exceso del alcohol.
Una de las hijas de los Höss se convirtió en modelo de Balenciaga
Quizá la historia más famosa de la familia Höss es la de Inge-Brigitt. Para evitar cualquier recuerdo de su pasado, se cambió el nombre a Brigitte y se mudó a España después de la guerra, donde se adentró en el mundo de la moda hasta convertirse en modelo para el mismísimo del diseñador Cristóbal Balenciaga, el fundador de la casa de moda Balenciaga… así como lo leen.
Más tarde, Brigitte Höss conoció a un ingeniero irlandés-estadounidense y se casó con él 1961, junto al que tuvo dos hijos. Su marido conocía su historia, pero después de confesarle la verdad nunca hablaron de ella. Es más, con decirles que sus hijos y nietos no sabían nada de sobre su pasado.
Por años estuvo oculta, hasta que en 2013, Thomas Harding, autor del libro Hanns y Rudolf: El judío alemán y la caza del Kommandant de Auschwitz (y sobrino de Hanns Alexander, quien capturó a Rudolf Höss), logró localizarla en Virginia, Estados Unidos. Durante su entrevista, Inge-Birgitte intentó justificar a su padre, dando a entender que con su familia era otro, pero cuando regresaba del trabajo lo notaba triste.
En la misma charla, Brigitte reveló que debido a los compromisos de su esposo, estuvieron vagando por varias partes del mundo, entre Liberia, Grecia, Irán y Vietnam hasta que en 1972 se establecieron en Washington. Ahí trabajó en una boutique y después, una pareja de empresarios judíos que había migrado desde la Alemania nazi la contrató en su salón de moda de lujo donde trabajó durante 35 años.
Allí, la hija de los Höss atendió a numerosas esposas de congresistas y senadores. Sin embargo, un día de fiesta y con unas copas encima, Brigitte reveló su secreto a sus jefes, lo cual la hizo pensar que la correrían de inmediato. Pero contra todo pronóstico, el dueño le dijo a Harding que no la despidió porque ella no tenía nada que ver con lo que había hecho su papá.
En 2015, la hija de Rudolf Höss estaba enferma de cáncer y decidió hablar más sobre su infancia, asegurando que no sabía que junto a su casa estaban asesinando a millones de personas inocentes. Y una vez más, reiteró que con ella, hermanos y madre, su padre era una persona completamente diferente que no mostraba ese lado oscuro por el que infamemente pasó a la historia. Desde entonces no se supo más de ella, pero por su enfermedad, lo más probable es que haya fallecido.
Y entonces, ¿qué sucedió con los demás integrantes de la familia?
Los hermanos restantes de la familia Höss, Annegret, Hans-Jürgen y Heidetraud parece que desaparecieron de La Tierra. La única información que se tiene sobre ellos es que siguieron viviendo en Alemania después de la Segunda Guerra Mundial, aunque no está claro si todavía están vivos.
Sin embargo, los descendientes de Hans-Jürgen si han dado de qué hablar. Resulta que su hijo, Rainer Höss, decidió convertirse en “investigador” para exponer los crímenes de su abuelo. Pero lo han acusado en varias ocasiones de usar su apellido para sacar dinero y obtener beneficios. Con decirles que ha sido condenado penalmente 13 veces, la más reciente por fraude en agosto de 2020.
Por su parte, el hijo mayor de Hans-Jürgen, Kai-Uwe, un pastor evangélico que hasta entonces se había mantenido fuera de los reflectores, enfrentó a su hermano mencionando que todo lo que hace es sensacionalista y falso. Es más, le pidió a Rainer que deje de defraudar a la gente utilizando los nombres y las cenizas de millones de víctimas del Holocausto.
Ante tal situación, Brigitte también se metió a la discusión, pues declaró que su sobrino no había nacido ni vivido la Segunda Guerra Mundial, por lo que no podía saber ni entender lo que había sucedido. Por lo tanto, mencionó que seguro era “un joven malvado, mentiroso, drogadicto, buscador de fama, hambriento de dinero”… ouch. Así las cosas con la familia Höss, los mismos de The Zone of Interest.