Los llamados couch gags de los Simpsons han cambiado mucho a lo largo de los años, de ser simples chistes de unos segundos hasta cortos de más de 2 minutos, de algún modo siempre nos han logrado sacar varias risas o, cuando menos, nos han mantenido interesados.
Aún en esta época en que la serie ya no es tan celebrada como solía ser, los chistes de sofá muchas veces son tanto o más interesantes que el episodio en el que están contenidos.
Con más de 500 episodios, hay realmente mucho de donde escoger. Aquí cinco de los mejores:
El que lo comenzó todo
Este perteneciente al segundo episodio de los Simpsons (y primer episodio en forma de la serie) es bastante memorable. El detalle de poner a Bart cayendo frente al televisor es brillante.
El pie de Monty Python
Muy simple pero, a su vez, un excelente tributo al legendario show cómico británico Monty Python’s Flying Circus que siempre finalizaba sus introducciones con el pie gigante.
Anime en los Simpsons
Otro gran tributo, esta vez a múltiples series de animación japonesa: Lisa como Sailor Moon, Marge como Agatha/Jun el Cisne de Gatchaman (Fuerza G en México), Maggie como Pikachu de Pokémon y, aunque no era anime, la inclusión de Homero como Ultraman es un gran detalle.
Banksy y el lado oscuro de los Simpsons
En temporadas recientes, ha habido diversos artistas invitados para hacer sus propias versiones del couch gag y, sin lugar a dudas, la aportación del artista urbano Banksy es la más lúgubre y crítica de todas. Hace una observación al outsourcing y a las condiciones de trabajo en plantas de Corea. Irónicamente, mucha de la animación de los Simpsons es hecha en los estudios Rough Draft Korea.
La Casita del Horror XXIV
Sin duda, una de las más memorables de todas. Dirigida por el talentoso Guillermo del Toro, este chiste de sofá es un fenomenal tributo tanto al cine como a la literatura fantástica, de horror y de ciencia ficción. Hay diversas referencias tanto a la obra del propio Del Toro como a grandes clásicos de los géneros ya mencionados. Este sí es de lagrimita.
