Algunos escenarios para películas o series están disponibles para rentar como Airbnb. Por ejemplo, puedes pasar la noche en el departamento de Carrie de Sex and the City o la casa de Otis en Sex Education. Y ahora, puedes quedarte en una locación de Stranger Things (AQUÍ nuestra entrevista); se trata de la prisión de Hopper en esta cuarta temporada. Tal cual, puedes dormir en la misma celda.
Desde luego que no vas a sufrirla como este personaje: no vas a pasar frío ni vas a tener a un montón de policías rusos obligándote a realizar trabajos forzados. La prisión y las celdas están decoradas con la temática de Stranger Things que corresponde a un estilo ochentero. E incluso están los famosos focos de la primera temporada. El costo es de 107 euros (unos dos mil 200 pesos mexicanos)
La experiencia suena interesante. Pero el contexto alrededor es muy extraño. Y es que la serie no se grabó en Rusia, sino en Lituania. Aquí buscaron una cárcel para grabar estas escenas. Así fue como dieron con una famosa prisión de la ciudad de Vilna que es histórica y está llena de historias dolorosas relacionadas con su pasado. Pero vamos por partes.
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Hopper, prisionero de los rusos en Stranger Things
Para empezar, han de saber que al cierre de la tercera temporada, Hopper sacrifica su vida para que Joyce pueda cerrar el portal hacia el Upside Down. Todos pensamos que este personaje había muerto, pero un teaser reveló que Hopper estaba vivo, y que en realidad, era prisionero de los rusos.
Desde los primeros episodios de la cuarta temporada de Stranger Things (la más vista en Netflix, AQUÍ el dato), vemos a Hopper realizar trabajos forzados al mismo tiempo que planea su escape. El escenario es aterrador: un bosque aislado bajo el invierno y una prisión que lo tiene bajo circunstancias inhumanas.
Joyce recibe un paquete que le revela que Hopper está vivo, por lo que decide ir a ayudarlo, haciendo un viaje a Alaska que no sale del todo bien. Para no revelarles más detalles, hemos de dar paso a la controversia alrededor de esta locación.
La prisión de Lukiškės
Como les contamos, parte de la serie de grabó en Lituania durante el invierno de 2020 y 2021. En un set visit que Sopitas.com tuvo, vimos a Shawn Levy entre estas locaciones revelando la filmación con algunos actores. Por lo tanto, necesitaban un lugar para grabar las escenas de Hopper en “Rusia”.
Fue así como dieron con la Prisión de Lukiškės al centro de la capital de Lituania. Este lugar fue construido en 1902, y siempre se utilizó como un centro penitenciario. Pero en 2019 cerró cesó operaciones. Y con eso, se convirtió en un centro cultural y de artes (el cual arrancó con un proyecto navideño ese mismo año).
Lukiškės es una de las prisiones más famosas del país, y durante muchas décadas en el siglo XX, sirvió como cárcel en función de la Rusia Imperial, también a favor de la Unión Soviética y durante la invasión nazi por parte de Alemania, la cual se dio en el verano de 1941.
El pasado nazi de Lukiškės
La comunidad judía de Lituania no escapó a los horrores de los nazis durante la Segunda Guerra Mundial. De acuerdo con datos del Yad Vashem o el Centro Mundial de Conmemoración de la Shoá, antes de 1941 (año de la invasión alemana), vivían más de 220 mil judíos en el país.
Los judíos fueron llevados a distintos guetos en Vilna, Kovno, Siauliai y Swieciany. Desde el inicio, a parte de la comunidad lallevaban al bosque de Ponar (cerca de la capital) para ser ejecutados. Los cálculos indican que unos 70 mil judíos murieron en este lugar. Conforme se fueron cerrando los guetos, algunas víctimas eran llevadas a Ponar, o bien, a algunos campos de concentración fuera de Lituania.
Prisioneros de la Gestapo eran encerrados en distintas prisiones, la más famosa la de Lukiškės en Vilna. Aquí encerraron a miles de judíos y miembros de la resistencia polaca. Por ejemplo, Jakub Wygodzki, un famoso activista y político judío (mitad polcado y mitad lituano), murió en una celda de Lukiškės en los primeros meses de la ocupación.
De acuerdo con el libro From the Vilna Ghetto to Nuremberg: Memoir and Testimony, algunos judíos y prisioneros políticos fueron torturados y asesinados dentro de la prisión. Reportres indican que más del 90 por ciento de la población judía en Lituania, murió durante la Segunda Guerra Mundial. Y uno de los sitios más doloroso para recordarlo, es la prisión de Lukiškės.
