TENET de Christopher Nolan se estrenará en México este 16 de septiembre de 2020.
Si leen o escuchan a alguien hablar del formato IMAX, casi siempre dirán lo mismo: es una experiencia impresionante. Y esto lo decimos como espectadores, pero también siguiendo las palabras de cinematógrafos y directores que en los últimos años han conversado más obre el tema, pero sobre todo se han inclinado a la hora de realizar sus obras fílmicas.
Ahora bien. Las cámaras y el formato IMAX lleva un buen rato en el mercado, pero la realidad es que lleva poco menos de 15 años que dejó de ser una “restauración”, para formar parte de los set de filmación y todo un reto para entregarle a las audiencias la máxima calidad posible.
Y es aquí donde entra el nombre de Christopher Nolan y su último largometraje titulado TENET, la cual sí o sí, se debe ver en una pantalla IMAX (en toda su gloria). Pero, ¿por qué?, ¿cuál es la diferencia entre una sala convencional y una especial?, ¿afecta la forma en la que experimentamos la película?, ¿la película por sí misma es distinta a las demás?
Todas estas dudas se las resolveremos paso por paso para convencerlos de que TENET se debe ver en una enorme pantalla… créanos, lo decimos por experiencia.
IMAX y su relación con Christopher Nolan
El formato IMAX lleva un rato en el “mercado”. Al principio fue utilizado para filmes documentales (la mayoría cortometrajes de naturaleza o el espacio), pero dio el paso al cine comercial y las grandes producciones hacia la segunda mitad de la primera década en el nuevo milenio (a partir de 2005, pues). Películas como The Matrix o la trilogía de El señor de los anillos, eran relanzadas con base en el Digital Media Remastering para que se pudieran ver en pantallas IMAX.
Pero en realidad, fue el señor Christopher Nolan quien le dio entrada de lleno a las producciones fílmicas de alto presupuesto… y lo hizo con mucho éxito. En 2005, Nolan estrenó Batman Begins, y el enorme éxito de esta cinta le permitió alcanzar un mayor presupuesto para la segunda entrega de la trilogía: The Dark Knight. Y eso se tradujo en cámaras IMAX.
El cineasta británico y Wally Pfister, director de fotografía de The Dark Knight y otras producciones de Nolan como Memento o Inception, filmaron algunas escenas con el formato IMAX. Algunos especialistas aseguran que 2008 y esta cinta, revolucionaron el cine, pues legitimó el uso “nativo” de las cámaras IMAX. Y coincidimos.
Nolan filmó algunas tomas en cámaras IMAX, las más impresionantes del filme: esas secuencias grandes, rápidas y donde todo luce caótico. Pero en medio de esa acción, hay imágenes de alta resolución, perfectamente definidas que hacen ver las escenas mucho más grande de lo que son. Y así, nació la idea de que IMAX es sinónimo de un blockbuster, uno de Christopher Nolan…
Las películas que vinieron después dentro de la filmografía de Nolan, cedieron ante los encantos de IMAX. De hecho, el director y Pfister alguna vez pensaron en filmar toda la película de The Dark Knight Rises con IMAX, pero era prácticamente imposible. ¿Por qué?
¿Cuáles son sus cualidades… y dificultades?
La palabra IMAX la relacionamos con las pantallas, pero como les explicamos, es una herramienta fílmica que entrega una imagen enorme y de alta resolución. Considerando esto, nos preguntamos por qué diablos no se han hecho más películas así. Y las respuestas son más complicadas de lo que creemos.
Primero, describamos sus cualidades. Las proporciones de una pantalla IMAX son de 1.43:1 mientras las de una pantalla estándar son de 2.39:1. La diferencia es mucha, por lo que se necesita una cámara que capture una imagen que “cubra” ese tamaño. Y esas son las IMAX en cualquiera de sus definiciones, como la de 70 mm.
Estas tienen un mayor tamaño y resolución que los sistemas convencionales, por lo que crean una imagen mucho más orgánica en comparación con lo digital. La imagen es nítida, sumamente detallada, y grande, pero sin perder sus cualidades más finas. De aquí el amor de Nolan por estas cámaras que son poco comunes, o en otras palabras, caras.
Estas cámaras y películas son muy pesadas, por lo que se limitan los movimientos de cámara. Por eso resulta impresionante que Nolan haya filmado escenas de acción en The Dark Knight con estas cámaras. Además, se dice que requieren de un entrenamiento especial y la presencia de un técnico que esté cuidando de la cámara y su uso.
Entre sus cualidades, que también parecen desventajas, es que corren la película de manera horizontal, por lo que “imprime” 15 perforaciones por 70 mm, y por esto debe correr más rápido que una cámara clásica para ser capaz de capturar 24 cuadros por segundo.
Esto hace que la cámara sea sumamente ruidosa y poco funcional para filmar escenas donde hay silencios o muchos diálogos. Si alguien utilizara una IMAX para una escena de dos enamorados revelando su amor, los diálogos tendrían que ser reemplazado en ADR… lo cuál se traduce en más trabajo para la edición de sonido. No es imposible, pero sí complicado.
Y una cosa más, la fotografía. La fotografía de un filme es de suma importancia sin importar el formato, la cámara o la historia, pero en un formato IMAX cobra cierta relevancia por una simple razón: la imagen final es tan monumental, que se debe tener mucho cuidado de mantener al centro toda la acción y no se pierda la atención de los espectadores.
TENET, el espectáculo más grande de Nolan
Hace 12 años que Christopher Nolan “inauguró” el uso de las cámaras IMAX a la hora de filmar una cinta de grandes proporciones. Y a pesar de que los resultados fueron impresionantes, no muchos directores a los que se les autoriza un enorme presupuesto se han atrevido a utilizarlo. Están contados con los dedos de la mano con Transformers: Revenge of the Fallen, Star Wars: The Force Awakens y Mission: Impossible – Ghost Protocol.
Estos números convierten a Christopher Nolan, o mejor dicho lo mantienen, en la cima de este formato y en el punto más alto de a industria fílmica. Y así es como volvemos a TENET. Este último largometraje de Nolan es, dicho en sus palabras, su “producción más ambiciosa”.
Tomó a todo su equipo de filmación y se los llevó a siete países distintos para filmar una película impresionante sobre el tiempo, la percepción del mismo, y las distintas formas en las que se puede utilizar este elemento para manipula el espacio.
TENET nos presenta a “El Protagonista”, un agente secreto que debe evitar el fin del mundo o la Tercera Guerra Mundial, la cual está íntimamente relacionada con la inversión del flujo del tiempo; es decir, cuando un objeto o una persona invierte su entropía, y esta es capaz de ir hacia atrás. Pero no son viajes en el tiempo, sino algo mucho más complejo: la construcción y percepción del mundo que nos rodea.
Para esto, “El Protagonista” se une con un sujeto llamado Neil, con quien investiga el significado de invertir la entropía, cómo se logra hacer y cuáles serían las consecuencias fatales de que todo estuviera invertido. Con esto, por más complejo que suena y conociendo a Nolan, nos da una idea del espectáculo visual que es TENET.
TENET fue filmada en su totalidad 70mm y en IMAX (las diferencias a la hora de la edición son casi mínimas), estas acompañadas de cámaras Panavision que utilizaron lentes nuevos para trabajar con poca luz.
El director de fotografía Hoyte van Hoytema hizo un trabajo espectacular acompañado de la editora Jennifer Lame, quien aseguró que TENET tiene menos de 300 tomas VFX. Menos de 300 tomas con efectos especiales en una película donde el tiempo es lineal y al mismo tiempo va a la inversa…
En pocas palabras, y lo volvemos a decir, TENET es un impresionante y monumental espectáculo visual que está acompañado de un sonido envolvente en el que destacan no sólo los efectos de sonido, sino el score realizado por Ludwig Göransson. TENET está hecha para verse en cine, en grandes formatos, específicamente en una pantalla IMAX. No hay de otra.