Pieces of a Woman (Fragmentos de una mujer) está disponible en Netflix como parte de sus originales.
En 2014, Kornél Mundruczó llamó la atención fuera de Hungría con White God, una película sobre la sublevación de los perros que no son de raza. Después de que una ley en Hungría obliga a las personas a pagar un impuesto extra por tener perros que sean cruza, es que se da un abandono masivo y la persecución de los perros para llevarlos a la perrera donde su destino no pinta bien.
La historia se centra en una niña de 13 años cuyo padre la obliga a abandonar a su perro, el cual enfrenta las calles y la perrera para luego liberarse con cientos de miles de canes. Mundruczó propone en White God una revolución canina que si bien suena absurda, no lo es. La película es maravillosa, es sorprendente y todos los aspectos técnicos demuestran la capacidad del director para abordar una historia que no sucede… o tendría pocas probabilidades.
Mundruczó volvió en 2020 con su último largometraje titulado Pieces of a Woman, la cual se estrenó en el Festival de Venecia y le dio a Vanessa Kirby la Copa Volpi por una de las mejores actuaciones del año, y sin duda, de su carrera. Netflix adquirió los derechos internacionales de distribución y forma parte de sus originales.
Ahora bien. Mencionamos White God como introducción no sólo por el director, la guionista (Kata Wéber) y lo alto de los aspectos técnicos de ambos filmes. Sino porque los dos resguardan una misma esencia que mantiene al espectador sorprendido por una historia que desconoce, pero que puede sentir…
Pieces of a Woman
Pieces of a Woman nos presenta a una pareja de Boston, Martha y Sean. La película arranca con la salida de Sean de su turno en la construcción de un puente. Luego vemos cómo Martha se despide de sus compañeros de oficina a partir de que va a tomar su licencia por maternidad.
Luego, durante 25 minutos, aproximadamente, somos testigos de todo el proceso de parto. Martha contando las contracciones, la llegada de una partera a la casa, el nacimiento del bebé y la tragedia: la muerte de la niña.
Martha y Sean habían decidido tener a su bebé en casa, con la compañía de una partera y bajo sus propias condiciones. Sin embargo, al momento del parto, su partera llamada Barbara no puede llegar a la cita y manda a alguien de su confianza…
La película muestra distintos momentos de Martha en los meses consecuentes a la pérdida de su bebé. Cuando vuelve al trabajo, cuando va con el doctor a que le digan las posibles causas de muerte, o incluso cuando su madre y Sean deciden iniciar un juicio contra la partera.
Martha parece haber perdido todas sus emociones, pero es cuando más están ahí: enojo, tristeza. No sonríe, no reacciona a las provocaciones y decide dar las gracias cuando alguien lamenta su pérdida. A la par, vemos a Sean, un adicto en recuperación que reacciona de manera violenta frente a cualquier situación.
Pieces of a Woman nos muestra dos escenas crudas y complejas sobre la fractura en su matrimonio que ponen en la mesa varias cuestiones, pero sobre todo: ¿por qué se asume que el dolor es compartido? y ¿por qué creemos que hay un proceso correcto de sanación o para enfrentar una tragedia y un trauma?
Vanessa Kirby
Pieces of a Woman pretende centrarse en Martha y todo el proceso que atraviesa. Desde el título queda bien claro que es ella a la que acompañamos en cuanto su desarrollo nos permita hacerlo. Y es genial gracias a Kirby a tal grado de que nos atreveríamos a decir que su actuación le queda grande a la película, pero no a su personaje.
Si la historia no se distrajera tanto con la participación de Sean y la madre de Martha, Pieces of a Woman tomaría un nivel completamente nuevo apoyado, como mencionamos, por la actuación de Vanessa Kirby. Sin embargo, y es justo decirlo, que en algún punto preferimos sólo quedarnos con ella, con lo que dice o no dice, hace, cómo responde, se enoja y cómo se libera de todos. Martha reconstruye su vida a su tiempo.
Con esto no queremos decir que el personaje de Sean, interpretado por Shia LaBeouf, deba ser excluido, sino que su tiempo en pantalla quizá es demasiado para los fines de la historia, que es seguirla únicamente a ella en su proceso y bajo sus propios términos (como la decisión de tener al bebé en la casa).
Lo mismo sucede con la mamá de Martha, llamada Elizabeth e interpretada por Ellen Burstyn. Ella se impone y le exige a su hija que busque justicia para todos porque eso es lo que ella necesita. Desde la perspectiva de Martha, su mamá sólo quiere sentirse bien sin pensar en qué es lo que realmente necesita.
Así, Elizabeth emprende el juicio con ayuda de una sobrina que le agrega un tema innecesario a la historia que, como mencionamos, sólo distrae de lo que realmente importa.
Mundruczó y Wéber
Pieces of a Woman está basada en la experiencia que Wéber y Mundruczó vivieron en la pérdida de un hijo. El director y la guionista son pareja desde hace tiempo, y esta es su tercera colaboración además de White Dog y Jupiter’s Moon, y entregan en esta película una experiencia desconocida para muchos que no te permite juzgar a Martha a la vez que la conoces en la intimidad.
Y esto es uno de los aspectos más grandes del filme. Hay historias que se cuentan sin haberlas vivido, desde una ficción empírica, por decirlo de alguna manera. Esto, nos permite a los espectadores cuestionar e incluso juzgar a sus personajes. Y está bien, las ficciones nos hacen sentir seguros en situaciones extremas y nos dan un plazo para reflexionar y pensar qué haríamos en ese lugar.
Sin embargo, cuando todo nace a partir de una realidad bien contada e interpretada, como en el caso de Pieces of a Woman, lo único que nos queda por hacer es acompañar al personaje y prestarle atención. Todos estamos reflejados ahí.
Además de eso, todas las decisiones que Mundruczó hizo con la cámara, con el elenco, con los espacios, son casi perfectas. Sean es un tipo complicado. Viene de un estrato pobre y representa todo lo que la madre de Martha no quería para su hija. Pero ahí está, y en un principio, en la escena del parto, Sean y Martha son la pareja sólida, amorosa y “desafía” todas las probabilidades.
Después de la tragedia, la vulnerabilidad de Sean es abrumadora y violenta. A partir de este momento, y en sus escenas más emocionales y donde muestra dolor, apenas si le vemos el rostro. Creemos que Mundruczó nos aleja de él no para no sentir su dolor, sino para entender que no todos atraviesan lo mismo.
Otras decisiones interesantes son la presencia de Iliza Shlesinger como la hermana de Martha, Benny Safdie como su cuñado (sí, el director de Uncut Gems) y Sarah Snook como la prima de Martha y la abogada responsable del caso contra la partera.