Aunque en 1987 la película “Me enamoré de un Maniquí” con Kim Cattral nos parecía una exageración pero, bien dicen que la realidad supera a la ficción y en tiempos de coronavirus, algunos productores de televisión están explotando este recurso en escenas de sexo como medida para evitar que los actores se contagien de COVID-19.
Si te preguntas por qué Archie y Betty últimamente han perdido la llama en ‘Riverdale’, esta podría ser la respuesta, pues el director Lee Toland es uno de los que ha pensado que el uso de maniquíes es la mejor medida de seguridad para proteger a sus actores, al igual que lo hacen los productores de “The L Word: Generation Q’, ‘The Bold and The Beautiful’ y ‘Dinasty’.
El show de la CBS ‘The Bold and the Beautiful’ fue una de las primeras producciones de televisión en reanudar la filmación en medio de la pandemia y por lo tanto, los primeros en utilizar a las maniquíes para las escenas más íntimas. El productor ejecutivo Bradley Bell, dijo recientemente al New York Times que las muñecas inanimadas rápidamente se convirtieron en indispensables.
El primer beso de látex
“Una de las primeras ideas que tuvimos, fue traer maniquíes para las escenas íntimas, así como para las escenas del hospital, y está funcionando bastante bien: lo estamos filmando desde una gran distancia, de una manera que no se pueda apreciar que es de forma inanimada”, señaló el productor.
Bell admitió que esta nueva innovación ha sido todo un experimento para su elenco, pero finalmente explicó que las cosas van muy bien: “Hemos tenido muchas miradas extrañas y preguntas como ‘¿Realmente quieres hacer esto?’ Pero todos son juegos. Están recibiendo su primer beso de látex“, aseguró.
De acuerdo con Dazed, el uso de los maniquíes son parte de los protocolos de seguridad de Hollywood, que se compilan como parte del manual “The Safe Way Forward”, algo así como ‘El Camino Seguro a Seguir’, un extenso documento escrito y acordado por cuatro de los principales sindicatos de Hollywood: SAG-AFTRA, el Gremio de Directores de América, la Alianza Internacional de Empleados de Escenarios Teatrales y Teamsters, donde se sugiere un enfoque de producción que limita el número de personas en el set.
El documento también exige un límite de días de trabajo con tope a diez horas para permitir protocolos de limpieza y pruebas rápidas de COVID-19 para todo el elenco y el equipo, (cuyos resultados se entregan en menos de 12 horas) disponibles para los actores que realizan escenas íntimas. Algo similar está pasando en Bielorrusia, donde los aficionados pagan su entrada y los representa un maniquí en el estadio.