Los pepino de mar, son una especie de equinodermos, al igual que las estrellas de mar. Viven en las profundidades de los arrecifes de coral, especialmente los que se expanden en las aguas de la República Mexicana. Por su aspecto amorfo, que se arrastra por la arena gracias a sus pequeños tentáculos, hasta hace poco, era un recurso marino que carecía de valor comercial, por lo que su pesca era legal, en nuestro país. Sin embargo, desde que los japoneses descubrieron sus propiedades curativas, la pesca furtiva se ha incrementado, colocando a 16 subespecies de Pepino de Mar en peligro de extinción.
Los arrecifes de Yucatán, son uno de los lugares favoritos de esta especie, llenos de algas y plancton, solía haber miles y miles de ejemplares de esta especie, cuyo nombre científico es ‘holoturoideos’. En la primera década del milenio, hubo un repentino incremento de pesca, por lo que el gobierno mexicano se dedicó al estudio y protocolos pesqueros para proteger a este singular animal. El Plan de Manejo Pesquero de Pepino de Mar, se da en el momento justo en el que la escasez de holoturoideos en Asia y Europa aunado al descubrimiento de sus propiedades curativas de padecimientos contra el envejecimiento muscular, la fatiga, artritis y hasta de cáncer, así como la demanda gastronómica en sushi, sopas, arroces y otros platillos. Por lo que el comercio ilegal, puso los ojos en los mares de América Latina. El pepino de mar se volvió un artículo de lujo y una oportunidad para los pescadores furtivos de enriquecerse con el “Oro negro”.
“Esta criatura pasó de ser solamente un gusano en el lecho marino que los buzos ignoraban por completo a convertirse en algo que llamaron ‘oro negro’ en tan solo un par de años”, dijo Abigail Bennett, profesora adjunta de Pesca y Vida Silvestre en la Universidad Estatal de Michigan y coautora de un artículo acerca del Comercio de Pepinos de mar, publicado en la revista World Development. Como resultado, en 2017, una vez levantada la veda, los pescadores autorizados en la Península de Yucatán, se toparon con la sorpresa de que sólo pudieron extraer 14 toneladas métricas del también conocido como ‘mojón de mar’, una importante reducción frente a las 260 toneladas métricas, obtenidas en 2014. Un claro ejemplo de que el Pepino de mar está en peligro de extinción.
Los pepinos de mar son imprescindibles para los sistemas costeros y los ecosistemas marinos. Su función principal, es la bioturbación, un mecanismo por el cual los nutrientes o productos químicos pasan a través de los animales, de un medio a otro. Los holoturias, convierten el detrito orgánico en tejido animal y desechos nitrogenados que pueden ser aprovechados por algas y pastos marinos. Su preservación es vital para el correcto funcionamiento de los ecosistemas de arrecifes de coral.