Por: Alejandra Torales

La nueva edición del Tour de Cine Francés ya llegó y con ello un nuevo listado de películas por descubrir. Desde algunos casos adaptados de la vida real hasta otros que son meramente ficticios, este año, el evento tuvo una gran variedad no solo de cineastas, sino de personalidades que reflejan un caso en la vida que sí, podría sucederte también a ti.

Con base en los siete títulos del catálogo, elegí las tres mejores películas que en definitiva, no te puedes perder en la 21º edición de este festival.

Frantz (2017) 

Sin duda la mejor película de toda la selección del Tour de Cine Francés. Y es que de nueva cuenta los organizadores incluyeron en el catálogo al cineasta François Ozon, quien anteriormente ha deleitado a los amantes del thriller e historias complicadas con cintas como 8 Femmes, Swimming Pool, Une Nouvelle Amie y Jeune et Jolie.

Si hay algo que caracteriza los filmes de Ozon es que jamás sabes qué esperar. Para Frantz eligió no solo combinar los idiomas francés y alemán, también hizo una adaptación impecable a blanco y negro (con algunos cambios a color) del drama de Ernst Lubitsch, Broken Lullaby (1932).

La cinta habla sobre una Alemania y una Francia en 1919 afectadas por la Primera Guerra Mundial. Después de enfrentarse, ambos países ahora continúan con cierta reticencia sobre el hecho de que los franceses vayan a Alemania y viceversa. Es a partir de esto que Anna (Paula Beer), una joven cuyo prometido –Frantz– murió durante la guerra, se encuentra viviendo con sus suegros y de pronto, todos son sorprendidos por la llegada de un soldado francés llamado Adrien Rivoire (Pierre Niney). Él a menudo visita la tumba de “su amigo”; sin embargo, hay un oscuro secreto que lo tortura día y noche.

Si bien en un principio se puede pensar que hay algo con mucho más trasfondo, conforme avanza el filme te darás cuenta que en realidad más que secretismo. lo que acompleja a Adrien es la culpa. Un hombre que antes de ser soldado era músico, de posición acomodada, con una madre controladora que lo ha orillado a casarse con una mujer que no ama del todo y que precisamente cuando trata de expiar sus culpas, termina enamorándose de Anna.

Ella, por otra parte, está encarnada con la actuación de Paula Beer que logra no solo hablar un alemán y francés excepcional, sino que además ejecuta una transformación durante la cinta de manera casi imperceptible y al final, logra ser la protagonista.

Sitios como The Guardian y Telegraph UK han catalogado a Frantz como una película Hitchconiana y debo decir que no se equivocan, pues aunque haya estado inspirada en la obra de Ernst, en varias partes de la cinta llegan flashbacks referentes a Vertigo (1958), de Hitchcock, que son curados cuidadosamente por François. Uno de ellos, por ejemplo, es cuando Anna visita una galería de arte para buscar pistas que la ayuden a encontrar a Adrien. También está el hecho de que Anna intenta continuar con su vida después de Frantz, cuya presencia persigue a todos los involucrados. He aquí un guiño a Rebecca (1940), otro filme de Hitchcock que aborda un triángulo amoroso que parte de los constantes recuerdos de una muerta que hasta cierto punto, mina la posibilidad de un nuevo romance.

De Plus Belle (2017)

Una de las primeras cintas en proyectarse en varios cines como parte del cartel del Tour de Cine Francés y también la ópera prima de Anne-Gaëlle Daval, una diseñadora de profesión pero directora de cine por amor al arte. Dicha conjunción trae como resultado De Plus Belle o La Más Bella, por su traducción al español, que tiene como elenco a Florence Foresti, una exitosa standupera que en 2016 condujo los Premios César, y al protagonista de Amélie (2001), Mathieu Kassovitz.

La historia principal gira en torno a Lucie, una mujer de 40 años que ha luchado contra el cáncer de mama por cuatro años y que ahora que lo superó, no sabe cómo recuperar el amor propio. También está el lado de su familia, pues su madre Yvonne (Josée Drevon) da su opinión sin importarle lo demás, impone y como consecuencia genera inseguridad en su hija. Cabe destacar que este último punto se aclara casi en la última parte de la película pero, en ese proceso, Lucie conoce a Dalila (Nicole Garcia), quien con un francés mezclado con inglés, tiene una tienda de pelucas y además un estudio en el que les enseña a las mujeres a elevar su autoestima.

Aquí está el punto de partida, pues en una escena aparecen varias mujeres, de diferentes edades, color de piel, cuerpos, estaturas; todas distintas, con inseguridades, con pena de mirarse al espejo y aceptarse como son: perfectamente imperfectas. De Plus Belle también es la travesía de una madre soltera que termina aprendiendo de su hija adolescente, pues con tan solo 15 años, ella da prueba de convicciones, ideales y no le importa en lo más mínimo lo que la gente opine de ella.

Por otra parte está Mathieu o Clovis, quien ofrece un papel mucho más complejo pero poco relevante en la película, pues se encuentra en un bar con Lucie, ella lo rechaza, él la busca y poco a poco comienza a interesarse en ella. Aunque sus apariciones a cuadro son pocas, su discurso resulta interesante, ya que muestra la perspectiva de un hombre soltero que por más mujeres que tenga en su cama, al final resulta un personaje solo, falto de autenticidad y sobre todo, de amor.

Esta cinta no te ofrece tomas complejas o fotografía excepcional; de hecho está grabada con un trabajo de cámara bastante despreocupado pero lo que sí te da, son casi dos horas de reflexión, perspectiva y la construcción de una vida que ha quedado hecha trizas a causa del cáncer.

Patiens (2016)

En español traducida como Paso a Paso, es la ópera prima codirigida por el cineasta autodidacta Mehdi Idir junto con el compositor-escritor de poesía slamFabien Marsaud, quien es conocido por su gran tamaño (en serio), el cual le ha hecho ganarse el sobrenombre de Grand Corps Malade.

Esta cinta recibió gran respuesta del público francés desde su estreno en marzo de este año y a partir de lo anterior fue seleccionada para formar parte de esta edición del Tour de Cine Francés.

Situada en los años 90, la cinta sigue los pasos de Benjamin (Pablo Pauly), un joven estudiante que queda inmovilizado de pies y manos después de aventarse a una alberca semi vacía y golpearse en la cabeza. Internado en un centro de rehabilitación, Ben comenzará a experimentar la rutina, los cambios conforme sus ejercicios para lograr la movilidad, así como la aparición de nuevas amistades y un encuentro con el amor.

Patients es una película que no todo el mundo puede disfrutar, pues su ritmo es lento y en todo el filme no hay un giro de tuerca que te deje atrapado. No obstante, cabe destacar que esta es una de las características del cine extranjero. A diferencia de lo que Hollywood nos tiene acostumbrados, esta producción muestra una transición, perseverancia, buenas secuencias, fotografía y encuadres que ponen en perspectiva esta historia que, por si no lo sabías, está inspirada en un episodio de la vida de Fabien mismo, quien sufrió un accidente en 1997 que como consecuencia tuvo rotura de vértebras. El diagnóstico arrojaba la posibilidad de que jamás podría volver a caminar: sin embargo, ahora se puede mover gracias a un bastón.

En francés, la palabra patients tiene un doble significado: paciente/paciencia. En la cinta funciona exactamente igual, pues hace no solo referencia a los pacientes que se encuentran en el centro de rehabilitación, sino a la paciencia que todos ellos tienen para lograr cosas que a cualquiera le parecen simples, pero a ellos no. Es la perseverancia para “aventar la sal” sin que la mano te tiemble y que a su vez puedas coordinar brazos y piernas para no hundirte en la piscina.

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