¿A poco no? La industria del cine gabacho tiene una predilección por las películas cuyas historias se desarrollan en los entornos escolares de los adolescentes. Algunas se han convertido en referentes para distintas generaciones, como ha sido el caso de Mean Girls (Chicas Pesadas) en tooooodo el mundo.
Cada una, a su manera, interpreta cómo se supone que es el mundo adolescente en Estados Unidos —hasta que, con el paso de los años, eso que vemos se convierte en un cliché o… de hecho, ya era uno trabajado en los guiones.
Ojo, no estamos diciendo que existe un género de películas de “adolescentes”, pero sí ponemos en la mesa que la industria gabacha ha estado más que interesada en contar estas historias.
Que, va de nuevo, cada una intenta ser relatada a su manera, aunque la mayoría tienen elementos en común, como la mirada de los/las protagonistas de clase media-alta ante el descubrimiento del amor, la sexualidad, la amistad, autoconocimiento y todas esas ondas que nos hacen ser… un ser humano.
(Aquí abrimos un breve paréntesis sólo para mencionar que en los últimos años, las productoras han mostrado interés en financiar películas que nos hablan de ese mundo adolescente desde la diversidad).
Y la verdad es que de estas experiencias han salido joyazas —o algunas no tanto, pero igual se han quedado en la memoria colectiva—, dicho sea de paso, con grandes soundtracks, porque quién no asocia Bitter sweet symphony con Reese Witherspoon conduciendo un auto clásico, saliendo de Nueva York, en Cruel Intentions.
Ejemplos de estas películas son The breakfast club o El club de los cinco (1985), The Craft (1996), Cruel Intentions (1999), 10 things I hate about you (1999) o Juno (2007).
Aunque acá repasamos cinco películas que creemos que se han convertido en referentes entre las generaciones X, millenial y Z.
Las pusimos en esta lista por salirse un poco de los elementos que todas estas cintas tienen en común, desde cómo es contada, su tono y perspectiva. A ver qué les parece.
Heathers, 1988
¿Qué dirían si les contáramos que las Plásticas de Mean Girls tuvieron su origen en otro grupo de chavas apodadas las Heathers de finales de los 80, antes de que muchos de aquí nacieran?
Sí, todo se lo debemos a la película Heathers o Jóvenes asesinos: atracción letal, dirigida por Michael Lehmann con un guion de Daniel Waters.
En su momento, una reseña ochentera del New York Times calificó a Heathers como “sorprendente” por el ácido tono de su guion y las interpretaciones de sus dos protagonistas.
Heathers nos cuenta la odisea personal de Verónica Sawyer —interpretada por la siempre magnifica Winona Ryder—, quien aunque inconforme es parte del grupo más popular del Instituto Westerburg en Ohio.
Verónica es amiga de Heather Chandler (Kim Walker), Heather McNamara (Lisanne Falk) y Heather Duke (Shannen Doherty), estudiantes ricas, de clase alta, bastante bonitas, pero temidas, odiadas y admiradas por el resto porque… digamos que eso de ser buena onda no se les da.
El punto es que Verónica odia el comportamiento de sus tres amigas y es gracias hasta que conoce al outsider J.D (Christian Slater) que le da vuelo a su imaginación, enfrentando de una manera violentísima a Heather Chandler —que vendría siendo la Regina George de Heathers— y otras personas.
Decimos que es una odisea personal porque si bien el personaje de Winona Ryder no viaja a ninguna parte, sí pasa de distintos estados de una inusual forma.
Todo contado desde una manera ácida, cómica, inteligente, oscura y hasta sádica.
Justo por la manera de relatar las aventuras criminales de Verónica, Heathers fue recibida como ese oasis de entre las películas que abordaban temáticas adolescentes —en los 2000 quizá esta sátira pudo ser una ventana para otras lecturas, en contexto de los atentados perpetrados en las escuelas.
En 2010 Heathers llegó a los teatros como musical y en 2018 como una serie en la plataforma de Paramount, reeditada a causa de un tiroteo en una escuela de Estados Unidos.
Clueless, 1995
Al igual que Heathers, Clueless (Ni idea) se convirtió en eso que llaman película de culto —si ya la vieron, entonces seguro sabrán la razón.
En otra reseña, pero noventera, el New York Times habló del argumento de Clueless como la historia de “una adolescente que tiene claras sus prioridades”.
Una flor para chulear la construcción de lo que a ojo de buen cubero parece ser un filme (superficial) más sobre adolescentes, pero que gracias a la dirección y guion de Amy Heckerling, basado en ‘Emma’ de Jane Austen, resulta ser una sátira construida sobre los estereotipos cargados a las mujeres.
Clueless nos cuenta las aventuras de Cher (Alicia Silverstone), una popular estudiante de un instituto de Beverly Hills y que igual que el personaje de Emma, tiene esa pila por ayudar a otras personas, sin dejar de lado su más grande interés: la moda.
En el filme vemos al personaje de Cher resolver infinidad de broncas en medio de lo que parece ser un interminable e interesante desfile de moda —a cargo de Mona May y sí que sigue siendo referente.
Al final, Clueless funciona como una especie de manifiesto de la moda, pero también de la reafirmación de su protagonista —pese a los estereotipos que se han construido alrededor de “los intereses” de las mujeres.
Queramos o no, Clueless precedió a otras películas increíbles como Legalmente rubia, donde a la protagonista no le interesa dejar atrás su identidad, su predilección por la moda, a cambio del reconocimiento de los otros.
Bring It On, 2000
Llegamos a los 2000 con Bring It On o Triunfos robados, una película interesante pero estraña, dirían por ahí, aunque eso sí, bastante cool.
Y no lo decimos tanto por su argumento, sino por cómo fue presentada en momentos y su discurso.
Como si la forma y el fondo de pronto intentaran separarse y eso tal vez se deba al trabajo del director Peyton Reed y la guionista Jessica Bendinger. ¿Por qué?
Bring It On nos cuenta el reto que tiene su protagonista Torrance Shipman —interpretada por Kirsten Dunst— para llevar a su equipo de porristas de la prepa a la victoria en una competencia nacional.
Su más importante rival es el equipo de los Clovers, liderado por Isis (Gabrielle Union), que desafortunadamente por formar parte de una escuela de escasos recursos, no ha llegado a las competencias nacionales.
El meollo de la historia —además de los líos de amor entre Torrance y el hermano de su mejor amiga— es que… la antigua líder de su equipo estuvo robando las coreografías de los Clovers.
Y ahí se desata todo el conflicto. Si bien esta película parece ser una historia más de porristas, lo cierto es que su guion guarda un sincero acercamiento a las desigualdades, la apropiación de las autorías —o el robo de la clase alta a las clases de escasos recursos—, el empoderamiento de las jóvenes mediante el deporte y la sororidad.
Hay momentos en que en su presentación, la película parece dividirse entre aquello que intenta empoderar y los clichés sobre las jóvenes porristas.
Al final, nos parece que sale avante, eso sí, aunque sin profundizar en la historia de Isis o qué onda con los Clovers, equipo que termina por concientizar a Torrance.
Bring It On no olvida la fórmula de las películas sobre adolescentes gabachas: hay grandes rolas, dinamismo, romance y la actuación de Kirsten Dunst se lleva un 10.
Mean Girls, 2004
A estas alturas Mean Girls no necesita presentación. A casi 20 años de su estreno, nos hemos llenado de memes, outfits, buenas memorias y frases de esta icónica película, cuyo guion se lo debemos a Tina Fey —que a su vez se inspiró en el libro pedagógico ‘Queen Bees and Wannabes’ de Rosalind Wiseman.
En el recorrido que hemos hecho, seguro toparán que Mean Girls tiene mucho de Heathers, la sororidad que vimos en Bring It On y la sátira a través de los clichés de Clueless.
En 2024 veremos la versión del musical de Chicas Pesadas, basado en el guion de Tina Fey para la película de 2004.
Sólo nos queda recordar que Mean Girls catapultó las carreras de Rachel McAdams (quien interpretó a Regina George), Amanda Seyfried (Karen) y Lizzy Caplan (Janis).
Reafirmó la trayectoria de Lindsay Lohan (Cady) y puso en el foco a Lacey Chabert (Gretchen) —y, claro, nos regaló frases ingeniosas y, si lo pensamos, bastante reflexivas como:
“No soy una mamá regular, soy una mamá cool”.
“No te odio por ser gorda, eres gorda porque te odio”.
“El límite no existe”.
The half of it (2020)
En medio de la pandemia de COVID llegó esta gran película —que iba a estrenarse en el Festival de Cine de Tribeca en abril de 2020, pero por la emergencia sanitaria terminó por lanzarse en mayo en Netflix. Así fue como durante dos años estuvimos cachando los estrenos… a la distancia y en las plataformas.
The half of it (Si supieras) nos cuenta la historia de Ellie Chu, una perspicaz e inteligente estudiante de Squahamish, cuya cotidianidad va de ganar dinero, haciendo las tareas de sus compañeros, y cuidando una estación de tren.
La vida de Ellie (Leah Lewis) comienza a cambiar cuando el jugador de americano Paul (Daniel Diemer) la busca para, juntos, escribirle una carta de amor a su crush, Aster (Alexxis Lemire).
Las cartas que Ellie y Paul escriben se convierten en un puente de amistad entre ellos, pero también en la ventana del primer amor de Ellie y del amor propio.
Se trata de una película que si bien tiene algunos de los elementos de las películas de adolescentes, la verdad es que nos ofrece todavía algo más profundo.
Una reflexión sobre el amor, la amistad y las oportunidades por las que deben luchar las comunidades, no sólo las gabachas, sino también las migrantes o queer.
El pilón
Y así terminamos nuestro recorrido por algunas películas chidas de adolescentes, como pilón quisiéramos mencionar a Bottoms (2023), una película que también se sale de los estándares para acercarnos a las aventuras de dos amigas que intentan ligarse sus crush mediante… ¿un club de pelea de mujeres?
Sí, lo que empieza como una farsa para que las protagonistas Josie y Pj se acerquen a sus crush(as), termina por ser un aprendizaje de sororidad y amistad —esta cinta la mencionamos porque seguro en unos años estará en la lista de esos proyectos interesantes pero que no hicieron tanto ruido. ¿Ustedes qué otras pelis incluirían?