El radiotelescopio de Canadá, detectó una misteriosa ráfaga de 13 ondas radiales procedentes de una galaxia, muy muy lejana. Lo más extraño, es que esta es la segunda ocasión que los astrónomos logran sintonizar la secuencia de señales rápidas y repetidas, pero nadie sabe de dónde vienen o cómo interpretarlas. ¿E.T. phone home?
Los científicos piensan que estas ondas conocidas como. FRB, provienen de poderosos fenómenos astrofísicos a miles de millones de años luz de distancia. Pero como el fenómeno sólo se había manifestado una ocasión anterior y localizado desde otro radiotelescopio, las ondas radiales, tienen desconcertada a la comunidad científica.
“Saber que hay otro (evento sonoro) sugiere que podría haber más por ahí y con más repetidores y más fuentes disponibles para el estudio, podremos entender estos enigmas cósmicos, de dónde son y qué los causa”, dijo Ingrid Stairs, astrofísica de la Universidad de British Columbia.
El Observatorio Chime, ubicado en el valle de Okanagan en la Columbia Británica de Canadá, consta de cuatro antenas semicilíndricas de 100 metros de largo que exploran todo el cielo del hemisferio norte cada día, sin embargo, una de las 13 ráfagas captadas durante el verano del 2018, se dio cuando el telescopio apenas se estaba poniendo en marcha, y solo funcionaba a una fracción de su capacidad total.
Afortunadamente, el resto de las ráfagas ráfagas de FRB adicionales fueron detectadas en las semanas siguientes por el telescopio. El fenómeno se dio justo cuando un grupo de astrónomos estudiaba la verdadera capacidad del telescopio Chime, ya que anteriormente, habían descubierto radio frecuencias cercanas hasta 1400 megahertz, muy por encima del rango del telescopio canadiense cuya capacidad se consideraba hasta al rededor de los 800 MHZ.
Ante el fenómeno totalmente desconocido, algunos se atreven a afirmar, que se podría tratar de algun tipo de transmisión extraterrestre, sin embargo, las teorías científicas se basan en que las ondas radiales, pueden provenir de una estrella de neutrones con un campo magnético que gira muy rápidamente, o quizás su origen es resultado de dos estrellas de neutrones que se fusionan.
El equipo multisiciplinario del observatorio Chime, dieron a conocer sus observaciones en dos artículos publicados el 9 de enero en la revista “Nature” y simultáneamente, fueron presentados el mismo día en la reunión anual de la Asociación Americana de Astronomía, llevada a cabo en Seattle.
Concluyendo que: “Estas repetidas ráfagas son consistentes con originarse desde una sola posición en el cielo, con la misma medida de dispersión. En algunas de las ráfagas de repetición, observamos la estructura de frecuencia de supulso, deriva y variación espectral que recuerda a la observada con anterioridad, lo que sugiere mecanismos de emisión y / o efectos de propagación son similares.”