Sin duda una de las ideas más extravagantes que se le ocurrió a Donald Trump fue crear una Fuerza Espacial, siendo una rama de las fuerzas armadas de los Estados Unidos que más allá de buscar llegar de nuevo a la Luna o a otros planetas, el presidente del país vecino lo manejó como un asunto un tanto bélico. A partir de ahí comenzaron las burlas, pero el sueño del preciso se hizo realidad a principios de 2020.
Hace algunas semanas, Netflix estrenó en su plataforma Space Force, la serie de comedia escrita por Greg Daniels –creador de The Office– y protagonizada por Steve Carell. En ella hacen una sátira bastante exagerada de todo lo que a pasado a raíz de que Trump decidió abrir esta rama de las Fuerzas Armadas, inspirándose en los acontecimientos de la vida real para establecer una Fuerza Espacial y dirigiendo muchos chistes hacia el impredecible líder.
Y aunque parezca una gran broma –que quizá a los creadores de la serie jamás se les ocurrió–, el gigante del streaming podría ganarle el nombre de Space Force al gobierno de los Estados Unidos. De acuerdo con The Hollywood Reporter, el ejército de las barras y las estrellas descuidó el uso de la marca del nombre en todo el mundo hasta después de que el programa de televisión ya había solicitado el permiso.
En México, Europa y Australia, Netflix se adelantó al gobierno, lo que significa que el ejército de los Estados Unidos puede no tener los derechos para utilizar el nombre en esos y otros territorios similares. ¿Y entonces qué pasará en el país del tío Sam? Bueno, pues ahí es donde la cosa se pone más interesante, porque la Fuera Aérea tiene en proceso una solicitud pendiente basada en la intención de uso, aunque nada se ha hecho oficial.
En Estados Unidos se rigen bajo un sistema de registro de marcas llamado “primero en usar”, donde el nombre pasa directamente a la entidad que lo utiliza en primer lugar, sin importar que haya sido registrada por alguien más con todas las de la ley después. En este caso, el gobierno empezó a usarlo en 2018 y lo hizo oficial este año. El problema será en otros países, donde los derechos se otorgan a la primera persona o sociedad que solicita la marca registrada, acá Netflix sería el gran ganador.
Ante esta situación –y conociendo el temperamento del señor Trump–, podría desencadenar una batalla legal entre el gigante del streaming y las fuerzas armadas de los Estados Unidos, pero por ahora los portavoces de ambos lados han dicho que todo está bien. Pero quién sabe, en una de esas el querido Donald se levanta de malas un día de estos y se le ocurre utilizar todas las armas legales que tiene a la mano con tal de tener el nombre de Space Force.
Si el show de Netflix termina ganando la marca en el extranjero, sería un giro bastante irónico para la serie y la administración de Trump, pues pasan mucho tiempo burlándose de lo caótico y desorganizado que es la ficticia Fuerza Espacial, como para que la Fuerza Espacial de la vida real cometa el tipo de error que se ve en el programa es algo que ni a Daniels o Carell se les hubiera ocurrido, aunque ya tienen ideas para una segunda temporada, jiar jiar.
Y hablando de Space Force –la serie–, a continuación pueden checar la entrevista que tuvimos con el mismísimo John Malkovich, quien nos contó sobre el humor moderno que manejaron para contar esta historia y sobre todo, cómo la ciencia y la política están completamente distanciados en un proyecto como este:
