Jean-Paul Belmondo, conocido actor francés que formó parte de la conocida Nueva ola comandada por Jean-Luc Godard en los 60, murió a los 88 años de edad. La noticia la confirmó su abogado, quien dijo que el intérprete murió en París de manera “pacífica”.
Belmondo nació el 9 de abril de 1933 en un suburbio de clase alta en París. Su familia estaba conformada por artistas, y su padre, Paul Belmondo, era uno de los escultores más reconocidos de la época (varias de sus obras se pueden ver a lo largo de la capital francesa).
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Belmondo
Jean-Paul Belmondo fue boxeador antes de convertirse en actor de teatro donde participó en varias obras pequeñas. Sin embargo, se debut en el cine se dio hasta 1958 con el filme Les Tricheurs de Claude Chabrol donde acompañó, como actor secundario, a Pascale Petit y Jacques Charrier.
De manera sorprendente, después de participación en ese filme es que tuvo oportunidad de protagonizar su primeros dos filmes con Lino Venture y Jean-Luc Godard, quien para esa época, sólo había trabajado en algunos cortometrajes (uno de ellos con Belmondo).
Fue así como en 1960 se estrenó À bout de souffle, el primer largometraje de Godard y, como mencionamos, el segundo protagónico de Belmondo. La película está producida por François Truffaut y se trata de un ejercicio (no había un guion y el director lo escribía entre descansos) que definió el cine de Godard y le dio a Belmondo la oportunidad de convertirse en uno de los iconos del cine francés junto a Alain Delon.
Le Magnifique
El actor francés participó en producciones de distintos géneros que fueron de la comedia al drama junto a las grandiosas Sophia Loren, Claudia Cardinale y Anna Karina. Belmondo, de esa forma, protagonizó varios éxitos comerciales, sobre todo dentro del género de acción que le dieron el apodo de “Le Magnifique”.
Entre sus más grandes colaboradores estuvieron Godard y Chabrol, pero participó en producciones de las y los cineastas más reconocidos de la época como el mismo Truffaut, Alain Resnais, Vittorio De Sica, René Clément y más. Siempre se negó a trabajar en Hollywood e incluso fundó su propia casa productora.
Belmondo fue una sorpresa dentro de la industria. Uno de sus mayores atractivos era su imagen, la cual no se apegaba a la del galán de la época como Marlon Brando o James Dean; sin embargo, llegó a protagonizar películas con personajes similares a los de estos dos actores hasta convertirse en una de las figuras más importantes.