Lo que necesitas saber:
Una noticia triste para el cine y la televisión, pues se confirmó la muerte a los 89 años de la actriz británica, Maggie Smith.
Lamentablemente, la industria del entretenimiento una vez más está de luto. Lo decimos porque se anunció la muerte a los 89 años de Maggie Smith, una de las mejores actrices británicas de los últimos tiempos que quizá muchos recordarán por sus papeles como la profesora Minerva McGonagall en Harry Potter o la condesa Violet Crawley en Downton Abbey.
De acuerdo con Variety, la noticia del fallecimiento de Smith la confirmaron sus hijos, Toby Stephens y Chris Larkin en un comunicado de prensa. En él, también comentaron que su madre partió tranquilamente acompañada de su familia y sus seres queridos, aunque no mencionaron las causas de su muerte. A continuación les dejamos el mensaje completo.
“Con gran tristeza tenemos que anunciar la muerte de Dame Maggie Smith. Falleció pacíficamente en el hospital esta mañana temprano, viernes 27 de septiembre. Era una persona muy reservada, y estuvo con amigos y familiares al final. Deja dos hijos y cinco nietos cariñosos que están devastados por la pérdida de su extraordinaria madre y abuela. Nos gustaría aprovechar esta oportunidad para agradecer al maravilloso personal del Hospital Chelsea y Westminster por su atención y su generosidad durante sus últimos días”.
Repasemos brevemente la carrera de Maggie Smith
Margaret Natalie Smith nació el 28 de diciembre de 1934 en Ilford, Reino Unido. Estudió en la Oxford High School hasta los 16 años, cuando la abandonó para seguir su pasión por la actuación en la Oxford Playhouse School, donde hizo su debut en 1952 con la obra Noche de Reyes de William Shakespeare. Para 1955, participó por primera vez en un proyecto para la televisión, con un pequeño papel en la serie BBC Sunday-Night Theatre.
Con On the Fringe, Maggie llegó al West End de Londres, donde el productor estadounidense Leonard Sillman la vio y le pidió que se uniera al espectáculo de variedades New Faces of 1956 de Broadway. Esta puesta en escena la llevó a aparecer en la obra Share My Lettuce en 1957 y una pequeña película, Nowhere to Go. Aunque Smith no tardó mucho en regresar al escenario en The Stepmother.
Maggie Smith se unió al Old Vic, donde comenzó a hacer papeles más serios, en producciones como The Double Dealer, As You Like It, Richard II, The Merry Wives of Windsor y What Every Woman Knows. En 1960, dentro de la Royal National Theatre, coprotagonizó por primera vez Rhinoceros de Eugene Ionesco. Luego participó en Strip the Willow, The Rehearsal y Pictures in the Hallway, que más tarde la llevarían a un papel en la película Young Cassidy.
Hollywood empezó a prestarle atención a Maggie en esa época, pues en 1963, se destacó por su papel secundario en la película The VIPs, y al año siguiente sorprendió a muchos en el drama The Pumpkin Eaters. Para 1965, Smith interpretó a Desdemona en la versión teatral y cinematográfica de Otelo, que le valió el reconocimiento en las tarimas e incluso su primera nominación al Oscar.
Su primer Oscar y algunos de los papeles más importantes en el cine y el teatro
Con el paso de los años, Maggie Smith fue participando en proyectos interesantes en el cine y el teatro, entre ellos Recruiting Officer, The Master Builder, Hay Fever, Much Ado About Nothing, Miss Julie, Black Comedy, A Bond Honoured y Hedda Gabler, obra dirigida por el mismísimo Ingmar Bergman que le dio un premio Evening Standard en 1970.
Maggie se quedó con el papel protagonista en The Prime of Miss Jean Brodie y en 1969 se llevó el Oscar a Mejor Actriz. Durante ese periodo, también actuó en películas como The Honey Pot, Hot Millions y ¡Oh! What a Lovely War. Su segunda nominación al Premio de la Academia llegó en 1973 con Travels With My Aunt, pero fue hasta 1979 con California Suite que se ganó su segunda estatuilla dorada, esta vez como actriz de reparto.
Para mediados de los 80, Maggie Smith apareció en películas que estaban a la altura de su talento, entre ellas A Private Function y A Room With a View, que le valió su quinta nominación al Oscar. Por sus actuaciones en A Private Function y The Lonely Passion of Judith Hearne, se llevó el premio BAFTA a la mejor actriz.
En los 90, Maggie protagonizó Lettice and Lovage, una obra teatral cómica que triunfó en Londres y más tarde presentó en Nueva York, donde finalmente ganó su premio Tony e incluso la Reina Isabel II la nombró Dama por su contribución a las artes interpretativas. Fue en esa época cuando le diagnosticaron la enfermedad de Graves, un tipo raro de hipertiroidismo que comprometió su salud y le impidió trabajar con frecuencia o durante periodos largos.
Maggie Smith se convirtió en leyenda de la cultura pop con ‘Harry Potter’ y ‘Downton Abbey’
A pesar de esa condición, Maggie no dejó de hacer lo que más le gustaba: actuar. Apareció en varias películas, entre ellas Hook de Steven Spielberg; la versión fascista de Ian McKellen de Richard III; It All Came True con Michael Caine y a Tea With Mussolini junto a Cher. En televisión, trabajó en Memento Mori y Suddenly Last Summer (que le dio una nominación al Emmy), además de las cintas All the King’s Men y David Copperfield, en donde compartió créditos con Daniel Radcliffe e Imelda Staunton, quienes luego serían sus compañeros.
Fue justo en esa época de su vida donde Maggie Smith conquistó a toda una generación al interpretar a la profesora Minerva McGonagall en la saga de adaptaciones cinematográficas de Harry Potter, pues participó en la gran mayoría de las películas (solo no apareció en Las reliquias de la muerte – Parte 1). Sin embargo, en medio de la producción de estas cintas, le diagnosticaron cáncer de mama. Aunque afortunadamente se recuperó por completo y regresó con más fuerza que nunca.
En 2003, Maggie ganó el Emmy por la película para televisión de HBO, My House in Umbria, fue nominada nuevamente en 2010 por Capturing Mary, y luego ganó dos más por su papel habitual como Violet Crawley, condesa viuda de Grantham, en la famosa serie de televisión británica Downton Abbey. Con este papel, Smith volvió a llegar a un público nuevo, demostrando su capacidad de reinventarse y atrapar a quien sea con su actuación.
La última vez que tuvimos chance de ver a Maggie Smith haciendo lo que más le gustaba fue en 2023, cuando protagonizó la película The Miracle Club junto a actrices impresionantes como Laura Linney y Kathy Bates. Aunque su actuación final en el teatro fue en 2019, dándole vida a Brunhilde Pomsel en A German Life dentro del Bridge Theatre de Londres.