A pesar de que sus películas son todo un éxito en taquilla, Michael Bay dista mucho de ser un genio cinematográfico.
Es verdad que el hombre sabe cómo montar una escena, el problema es que repite lo mismo una y otra vez. Ni hablar de los risible de sus argumentos y personajes, que parecen haber salido de la imaginación de un niño de cinco años y de los sueños húmedos de un puberto.
Sin embargo, uno de los actores más reconocidos y galardonados de todos los tiempos, tiene un pensar muy diferente:
Él me estaba hablando sobre el trabajo que hizo con los Transformers; cómo es que los refinó y visitó a los muchachos de efectos especiales y de diseño para darles todos los detalles de la iluminación en el metal y esas cosas. Eso me lo dijo durante el desayuno, antes de que empezáramos a grabar. Yo pensé “este tipo es un genio”. Realmente lo es. Es igual a Oliver Stone, Spielberg y Scorsese. Genios, realmente. Él es un genio.
Estas palabras, salieron de la boca del mismo Hannibal Lecter, Anthony Hopkins, quien se acaba en alabanzas con el director. Mientras que para muchos, las palabras de Hopkins no tienen ningún sentido, hay que reconocer que Bay no es tan mal cineasta. De hecho, nos atrevemos a decir que es bastante bueno.
Sin embargo, lo absurdo y ridículo de sus premisas, lo acartonado de sus personajes y su falta de emotividad, y que decir de todos los estereotipos que le gusta poner, arruinan lo que podría ser una película entretenida.
Eso y que no entendemos cómo es que puede hacer que las explosiones sean aburridas.
En fin, este 23 de junio conoceremos la leyenda de los Transformers con The Last Knight.