Aquellos que hayan cachado a su pareja suspirando al ver al primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, y cavernícolamente tuvieron la necesidad de asestarle una guamiza (a él no a ella), sepan que no son los únicos. Desde hace muchos años el buen Justin produce ese sentimiento y como prueba está un doloroso relato hecho por Matthew Perry (aka Chandler en Friends).
Bueno, pues resulta que hace muchos años (bastantes, cuando ambos rondaban los 10 años), el buen Chandler y otro de sus compañeros le acomodaron unos buenos cocos al ahora líder del país de la hoja de maple. ¿Por qué? Pues nomás… bueno, puros celos: “creo que estaba sobresaliendo en algún deporte [y] él era el único de la escuela al que podíamos golpear”.
Perry hizo esta confesión en cadena nacional (de Estados Unidos) durante el programa de Kimmy Kimmel. Obviamente, relató la bronca infantil sin mucho orgullo: “no estor presumiendo. Es terrible. Y era un niño estúpido, no quería golpearlo”.
Pero bueno, pasaron los años y aquel niño vapuleado se convirtió en toda una figura internacional y, bueno, Perry se convirtió en… pues en Matthew Perry.
Alguna enseñanza debe haber en todo esto.
