Sergio Véjar fue un fotógrafo, director y guionista mexicano que llegó a filmar películas después de la revolución cubana. Una de sus obras más conocidas es Cuba baila de Julio García Espinosa e Historias de la revolución de Tomás Gutiérrez Alea de 1960. Algunos dicen que Sergio Véjar llegó a convivir y conocer al mismo Che Guevara y a Fidel Castro.
A pesar de todas esas suposiciones interesantes y hasta fascinantes para algunos, es su trabajo como cinefotógrafo lo que se reconoce en películas que pudieron servir como una sátira social y política (en momentos de tensión el cine ha sido clave), pero que nunca terminaron por definirse. Sin embargo, hay otra parte de su vida, la que nos trae aquí y que, en teoría, tendría que ver con su trabajo en la industria, pero que termina en un lazo familiar…
Sergio Véjar (murió en 2009) tuvo una sobrina llamada Vania Véjar. Probó algo de fama dentro del cine como actriz en Eva y Dario de 1973, dirigida por su propio tío, pero actualmente es una indigente en las calles de la Ciudad de México que navega entre la locura y la genialidad, las alucinaciones y la memoria. Para recuperar su vida, el director Bruno Santamaría tomó una cámara y un micrófono, y se dio a la tarea de seguir a Vania Véjar, quien ya había estado detrás de una cámara, pero no como centro de atención.
De eso se trata el documental de Margarita, de presentar los contrastes de una persona que está aquí y se niega a dejar las calles, pero que al mismo tiempo parece mantenerse en otro lugar. Margarita navega entre el cine documental y la ficción, pues como podemos ver en el tráiler de esta cinta, no podemos detectar cuándo deja de ser ella para convertirse en alguien más, alguien que recuerda sus glorias pero “decide” vivir en una situación de calle. Y es aquí donde reside el encanto de este filme.
En Margarita, Vania no es el único personaje, se le suma la presencia de Bruno como un entrevistador, en primer lugar, que pasa a ser el entrevistado en cosas sencillas y que parecen ser intrascendentes, pero que resguardan algo de la genialidad de un personaje al que el mismo director vio crecer. “¿Te pinto?, ¿tienes televisión?, ¿podemos ver mi película?”, pregunta Vania con sus icónicas cejas (mal pintadas) y su labial, el cual nos respeta los límites de sus boca.
La imagen de Vania Véjar en Margarita también juega entre esas dos líneas: una señora, llena de arrugas con el cabello descuidado, pero con cejas marcadas. Nada fuera de lo común. Son sus palabras y su mirada, las que nos indican que algo no está en su lugar, que hay algo más allá de lo que se ve. Y quizá este documental nos ayude a descifrarlo.
Por acá les dejamos el tráiler oficial de Margarita, la cual tiene una fecha de estreno programada para el próximo 5 de julio: